El Puerto de Barcelona delata la crisis del automóvil pese a situarse en récord: solo baja el tráfico de coches
Las exportaciones de coches han bajado un 36% en un año por los paros en las plantas españolas
El Puerto de Barcelona ha dejado atrás la pandemia y ha disfrutado de un primer semestre de récords. El tráfico de vehículos subió un 8% de enero a junio de 2022 respecto al mismo periodo del 2019 y se situó en cifras récords de 36,3 millones de toneladas. Sin embargo, el tráfico de automóviles no corrió la misma surte: pasaron por el Port un 40% menos de vehículos en comparación al año previo a la pandemia, una caída impulsada por la crisis de los semiconductores.
Según el informe de resultados de la autoridad portuaria, durante el primer semestre el tráfico total de vehículos fue de 249.314 unidades, un 13% menos que en 2021, cuando la escasez de microchips empezó a golpear al sector a nivel mundial. En el año previo tanto a la crisis sanitaria como a los problemas de suministros, el tráfico de coches fue casi el doble, de 416.638 vehículos. Estas cifras son un reflejo de los datos de producción presentados por Anfac, la patronal de los fabricantes de automóviles en el país.
En ese sentido, esta bajada en el tráfico de coches se aceleró por la caída de las exportaciones, que a su vez se vieron afectadas por la disminución de la producción. Tanto Seat, el principal cliente del Port de Barcelona, como otros fabricantes españoles, establecieron en los primeros meses de 2022 un expediente regulador temporal de empleo (ERTE), ya que la falta de suministros mantuvo las fábricas paradas. Si en los primeros meses de 2019 se exportaron 197.372 vehículos, en el mismo periodo del 2022 solo salieron del Port 126.186 unidades, un 36% menos. En 2021 también se exportó más que este año: 171.991 coches.
Aun así, desde la autoridad portuaria se mantienen optimistas y auguran una recuperación de cara a la segunda mitad del año. Según ha explicado José Alberto Carbonell, director general del Port, durante la presentación de estas cifras, desde que Seat levantó el ERTE en junio empezaron a ver “un cambio de tendencia” y aseguran que en la última semana de julio ya se había incrementado el tránsito un 50% respecto al mismo mes del 2021. “Si analizamos la evolución de los meses anteriores, parece que se consolida la recuperación”, ha defendido.
De hecho, no todo son malas noticias. Aunque representan la mitad de las 108.000 unidades que llegaron a España por Barcelona en 2019, las importaciones de vehículos tuvieron una leve mejora en el último año, pasando de 50.355 coches en 2021 a las 52.299 unidades en 2022. Según el director, están entrando nuevos modelos eléctricos procedentes de China, tanto de fabricantes asiáticos como estadounidenses. “Tesla distribuye al sud de Europa desde Barcelona”, ha remarcado.
La pandemia y justo después la falta de suministros ha acelerado una tendencia a la baja que se arrastra desde de 2017. Según la autoridad portuaria, el tráfico de coches por la infraestructura lleva reduciéndose progresivamente en los últimos cinco años por “los cambios en la movilidad de las personas” y “la transición a la movilidad sostenible”.
Números verdes en el resto de mercancías
Mientras tanto, ni el bloqueo del puerto de Shanghái por las políticas de covid cero ni la guerra en Ucrania han hecho mella en la infraestructura barcelonesa. El resto de sus principales mercancías ha cerrado estos meses en cifras positivas. De hecho, el total de contenedores que pasaron por el puerto también fue de récord, unos 1,8 millones. Los sólidos a granel subieron un 3% hasta los 2,3 millones de toneladas, mientras que el trasporte de líquidos a granel se disparó un 43%, principalmente por el aumento de las importaciones en gas natural licuado, de gasolina y de biocombustibles.
El presidente del Port, Damià Calvet, ha atribuido estos números positivos a los esfuerzos para recuperar los niveles prepandemia de las empresas de su hinterland, las compañías de su área de referencia con las que importan y exportan.