El plan industrial de los Espona pone en pie de guerra a la plantilla de Pastas Gallo

Los trabajadores reclaman diálogo con la dirección del grupo y protestan de nuevo ante las puertas de la factoría

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El plan industrial para la mejora de la competitividad de Pastas Gallo que la familia Espona, propietaria y gestora del grupo, presentó a principios de año ha puesto en pie de guerra a la plantilla. Los empleados han convocado este viernes la tercera protesta ante las puertas de la factoría para denunciar lo que consideran que es un ajuste encubierto del que desconocen los pormenores, según fuentes del comité de empresa.

Por el momento, no han parado la producción de Pastas Gallo. Los trabajadores se concentran durante la hora de descanso de la mañana a las puertas de la factoría de Granollers (Barcelona).

Cierre progresivo de Esparreguera

“Dicho plan supone la concentración de la producción en las factorías de Granollers y El Carpio (Córdoba), la aplicación de las inversiones necesarias para que el proyecto sea posible y, de forma necesaria pero progresiva en el tiempo, el cierre de la de Esparraguera”, aseguran desde la dirección del grupo a este medio.

Los sindicalistas denuncian que en los nueve meses que han pasado desde que se anunció el documento, no se ha iniciado la inversión prometida.

Mercado cambiante

Los trabajadores también acusan a los Espona de aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) encubierto y despedir a los trabajadores con sueldos más altos de Granollers para dejar espacio a la plantilla de Esparreguera a la que se prometió un empleo en el grupo.

La cúpula reconoce seis extinciones en este centro de trabajo, pero desliga los despidos de la aplicación del plan industrial. Recuerda que, además de pactar el cierre de Esparreguera, han tenido que eliminar un turno de trabajo en la factoría de Granollers.

Recuerdan que lidian con un “mercado cambiante”. La competencia de la marca blanca es importante –aunque también tienen presencia en este ámbito, ya que fabrican para Carrefour– y los consumidores cada vez requieren productos más especializados.

Resultados

“El objetivo del plan industrial es, precisamente, asegurar el futuro de las fábricas de Granollers y El Carpio”, añaden los directivos.

Los trabajadores reclaman diálogo y conocer los números exactos de la compañía. Ponen en duda los 13 millones de euros de deuda que los propietarios reconocieron a finales de 2012, poco antes de presentar el documento.

El comité de empresa y los representantes de la dirección se sentarán el lunes a negociar. Por el momento, no han pactado los temas que se tratarán en el encuentro.

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