El pequeño comercio pincha con las rebajas de invierno
Las expectativas se desinflan: el sector factura 3.800 millones, en línea con el dato de 2013
El pequeño comercio tenía puestas todas sus esperanzas en las rebajas de invierno. La primera semana de enero, los augurios hacían presagiar que el resultado mejoraría con creces el de 2013 y que la facturación alcanzaría los 3.900 millones de euros. Pero con los primeros datos en la mano, el sector se ha dado cuenta de que no era más que un espejismo.
La Confederación Española de Comercio (CEC) ha rebajado el optimismo y ha presentado los primeros resultados, según los cuales, la primera campaña del año ha dejado unas ventas de 3.800 millones, en línea con el resultado conseguido hace un año.
Consumo necesario
El presidente del CEC, Manuel García-Izquierdo apunta el por qué de este pinchazo comercial. “Es lógico, con una tasa de paro del 26% y la renta disponible de los hogares muy mermada, el presupuesto es el que es. Se consume exclusivamente los necesario”.
Además, para García-Izquierdo, el resultado de la campaña de invierno es un indicador claro de que “las políticas liberalizadoras en el comercio tampoco han servido para el aumento del consumo”.
Demanda interna
Por ello, a pocos días de que el comité de expertos para la reforma fiscal presente su informe, el presidente de la CEC ha remarcado que el Gobierno no puede incrementar aún más la presión sobre empresas y familias. “La recuperación de la demanda interna es una pieza fundamental en el puzzle de la recuperación”.
No es la primera vez en la que el comercio minorista cierra la campaña de rebajas con un sabor agridulce. Ya en 2012, los comerciantes lamentaron que las rebajas no habían cumplido con las expectativas pese a aplicar descuentos de hasta el 70%.
A la espera de datos definitivos
El presidente de Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex), Borja Oria, es más precavido con las primeras estimaciones. Sostiene que todavía falta por analizar febrero –que a priori, ha sido un mes malo, por las lluvias y el mal tiempo, que indirectamente afecta en las compras–. “Que las ventas aumente un 3% no es desastroso”, puntualiza.
Con el único input con el que cuentan es con las cifras de enero. Pero Oria reconoce que fue un mes “plano”, similar al de 2013. Lejos, por lo tanto, del éxito que ansiaba el sector hace tan sólo 60 días.