Masana, un ejecutivo de las cajas catalanas con casi una década en Caixabank
Jaume Masana pasó de Caixa Manresa a Catalunya Banc, donde fue despedido por el Frob, al que llevó a los tribunales para lograr una indemnización
Los cambios en la cúpula de Caixabank anunciados este miércoles dejaron un nombre propio destacado entre los beneficiados: Jaume Masana. El que era director territorial en Cataluña asume una de las direcciones más importantes, la de negocio, que aúna todo el área comercial, tanto particulares como empresas y banca privada. Su ascenso cuenta con el beneplácito del Frob, pero ambos tienen un pasado en común, un desencuentro de 1,2 millones de euros que llegó hasta el Tribunal Supremo.
El Frob, segundo accionista de Caixabank (16,1%) tras la compra de Bankia, es la sociedad que creó el Gobierno para rescatar todas las entidades insolventes tras la crisis de 2008, entre las que destacaron precisamente Bankia y Catalunya Caixa. El consejero delegado de esta última entidad hace diez años era Jaume Masana, con Adolf Todó como presidente. Pero en mayo de 2013, el Frob les cesó y ahí empezó el litigio.
Catalunya Banc, controlada por el Fondo de Rescate Ordenado Bancario tras recibir más de 13.000 millones de euros de dinero público para salvarla, consideraba que no debía indemnizar a los dos máximos responsables de la entidad por supuestas irregularidades en la gestión, las cuales ni llegó a denunciar. Se trataría de la contratación de una auditora o la modificación de cuentas sin seguir los procedimientos oficiales.
Todó y Masana sí denunciaron a la entidad por despido improcedente y todos los juzgados les fueron dando la razón mientras el Frob iba recurriendo. Finalmente, el Supremo falló que el ya directivo de Caixabank –ya lo era cuando dictó sentencia el TS, a mediados de 2016– tenía razón y debía ser indemnizado, al considerar que las acusaciones eran “poco concretas” y ver “contenido económico-político” en las mismas.
El juez no tuvo en cuenta las pérdidas de la entidad ni el hecho de que hubiera tenido que ser rescatada y tuviera un coste de miles de millones para el erario público. Para esas fechas, Catalunya Banc ya no existía pues había sido vendida por el Frob a BBVA por 1.187 millones de euros. Gracias a dicha sentencia, Todó y Masana cobraron una indemnización de 1,2 millones de euros.
Masana, más de ocho años en Caixabank
Tras dejar el banco intervenido por el Estado, Masana, que anteriormente había sido director general de Caixa Manresa hasta su fusión con Caixa Catalunya y había trabajado en banca de inversión, por ejemplo en JP Morgan, en octubre de 2014 se incorporó a Caixabank, donde ha liderado toda la actividad en Cataluña bajo las órdenes de Juan Alcaraz, al que ahora sustituirá.
Por tanto, cuando a principios de 2021 culmina la fusión por absorción de Bankia por parte de Caixabank y el Frob entra en el banco catalán, Masana ya es uno de los directivos con peso en el área comercial. Ha llovido ya desde el litigio y el Frob no es el mismo ni está controlado por el mismo Gobierno, sino que ahora es el PSOE y no el PP quien ocupa la Moncloa.
Además, el Estado no tiene una participación mayoritaria en Caixabank como sí la tuvo en Bankia, BMN, Catalunya Banc y todas las entidades que rescató. Su papel de salvador ha pasado a mejor vida y se ha olvidado ya de recuperar el rescate, es matemáticamente imposible. Se mantiene como accionista del mayor banco del país como un mero inversor a la espera del mejor momento para ir saliendo.