El motor diésel lucha por sobrevivir bajo la tormenta de Volkswagen
El escándalo de las emisiones ha abierto la sospecha sobre los motores de gasóleo, pero los expertos aclaran que son tan limpios como los de gasolina
Una enorme nube negra ha encapotado el cielo del grupo Volkswagen y sus marcas y amenaza con alcanzar a todo el motor diésel. El escándalo del engaño con las emisiones de VW ha sembrado la sospecha sobre las emisiones de los coches diésel, sobre todo después de que transcendiera que la Comisión Europea había detectado en 2010 emisiones más altas de lo normal. ¿Contaminan demasiado los motores de gasoil? ¿Tienen los días contados?
La crisis de Volkswagen se debe a un presunto fraude, no a un problema de los motores. El gigante automovilístico alemán instaló un software para engañar con las emisiones: detectaba si el coche estaba pasando una inspección y rebajaba automáticamente las emisiones. Por lo tanto, no era un problema de la tecnología, sino un engaño.
Desviaciones de hasta un 50%
A pesar de este hecho, se ha abierto un debate alrededor del diésel. Un informe de la organización Transport & Environment (T&E) asegura que los coches diésel en circulación emiten de media un 40% más de CO2 de lo que indican las pruebas en laboratorio.
El estudio analiza modelos de las principales marcas y ha detectado desviaciones de emisiones de un 50% en varios modelos Mercedes, del 40% en el Volkswagen Golf, el Renault Megane y en el Peugeot 308, del 30% en el BMW Serie 3, del 20% en el Peugeot 208 y del 10% en el Toyota Auris.
T&E no relaciona estos datos con la trampa de VW pero urge la UE a cambiar las inspecciones. De hecho, la propia Comisión se lo ha planteado, ya que desde 2010 está detectando desviaciones en las emisiones en condiciones reales, respecto a las emisiones que arrojan los test. Bruselas está estudiando hacer revisiones con el coche en circulación, pero no hay fecha para un cambio en las inspecciones.
El gasoil emite menos CO2 que la gasolina
¿Contaminan demasiado los diésel? «No. Todos, diésel y gasolina, pasan la normativa Euro 6», bastante restrictiva, explica Vicenç Aguilera, ingeniero y presidente del Clúster de la Indústria de l’Automoció de Catalunya. Sobre las desviaciones, comenta que «si miras un coche de gasolina en circulación, te pasará lo mismo, porqué hay muchos factores», como el estado de los filtros, del aceite, el mantenimiento, etc. Aun así, ve necesario mejorar los controles de las emisiones tanto en coches diésel como gasolina.
«Si miras sólo CO2, el diésel contamina menos», explica Aguilera. Francesc Garriga, del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña, coincide con él: «Los diésel emiten menos CO2 porqué son más eficientes que los coches de gasolina. Son capaces de dar más potencia por cada unidad de combustible quemado». Así, el diésel es mejor para la capa de ozono, ya que el CO2 es el gas que produce el efecto invernadero.
Más NOx y partículas
En cambio, es más contaminante que la gasolina en otro tipo de gases, los ya famosos NOx (óxido de nitrogen), uno de los causantes de la lluvia ácida. «Como el gasoil se obtiene de una fase de refinamiento previa que la gasolina –está menos refinado–, emite más NOx y partículas sólidas», explica Garriga.
Vicenç Aguilera admite que la emisión de NOx «hace más difícil para los diésel cumplir con las normativas», pero añade que lo solucionan con más trabajo de ingeniería, motores más avanzados técnicamente y con el uso de filtros. Eso explica, en parte, que comprar un coche diésel sea más caro que uno de gasolina.
El diésel está muy vivo
Ninguno de los dos ingenieros cree que estemos ante el inicio del fin del diésel. «Yo no lo demonizaría. Hemos visto que es más eficiente, lo que tenemos que hacer es controlar mejor las emisiones», explica Aguilera, que cree que, mucho o poco, «el diésel sufrirá el impacto» de la crisis de VW. «No creo que se termine el diésel, saldrán nuevas soluciones y alternativas y puede ser que pierda algo de cuota de mercado», opina Francesc Garriga.
En Europa, la implantación del diésel es muy alta, con cuotas de mercado que superan el 50% en algunos países, pero no es así en muchos países asiáticos y americanos, como EEUU. El avance de la tecnología eléctrica, y especialmente la híbrida, sí que puede quitar protagonismo al diésel, según Garriga: «Gracias a los híbridos y los sistemas de reducción de consumo, hay coches de gasolina con consumos y emisiones bajísimos». Y apostilla que en un futuro cercano, «tendremos muchas opciones igualmente válidas y eficientes» y comprarse un diésel, gasolina, híbrido o eléctrico «será cuestión de gusto».