El metal catalán persigue un convenio autonómico
CCOO y UGT cumplen su objetivo y dan forma a una comisión negociadora para abordar el futuro marco laboral junto a la Unió Metal·lúrgica de Catalunya
Unos 25 kilómetros separan los municipios de Igualada (Barcelona) y Sant Guim de Freixenet (Lleida), pero esta distancia es suficiente para que la diferencia salarial entre un trabajador del metal con la misma ocupación llegue a los 4.000 euros anuales, ya que están sujetos a diferentes convenios. Desde hace años CCOO y UGT denuncian la disfunción y buscan homogeneizar las condiciones de los trabajadores.
Finalmente, este martes han dado un paso adelante muy importante en esta dirección al constituir una comisión negociadora para conseguir un convenio autonómico junto a la Unió Metal·lúrgica de Catalunya (UMC), integrada por las cuatro patronales provinciales: Apemta, Tarragona; Fegmetall, Girona; Femel, Lleida; y UPM, Barcelona. “No hemos puesto fecha final, ya que la negociación es muy compleja”, explica el responsable de la Federación del Metal en UGT, José Antonio Pasadas.
De hecho, reconoce que “ya ha sido duro conseguir el consenso para poner en marcha la comisión negociadora”, que se constituirá oficialmente en dos semanas. Incluso ha propiciado discrepancias dentro de la misma patronal. Femel de Lleida aún no ha ratificado el proceso y se queda, por el momento, fuera del pacto. Representa el 4% de las empresas del metal en Catalunya.
Moderación salarial
En un comunicado, la UMC también destaca que las partes han desbloqueado el incremento salarial para los convenios en 2012. Se ha fijado en el 2%, por debajo de la cifra recogida en las tablas provinciales. Según el presiente de la patronal, se trata de una “demostración de responsabilidad por parte de todos en un momento como el actual”.
Los representantes de los trabajadores comentan que pelearán para incrementar las condiciones sociales de los trabajadores. Además del salario, también hay diferencias en las horas anuales que se fijan en cada regulación provincial. Desde las 1.769 horas que se trabajan en Lleida hasta las 1.742 de Girona.
Por otro lado, el secretario general de la federación de Industria en CCOO, Javier Pacheco, pone en relieve el “mensaje que lanzamos al legislador: quien conoce el ámbito de las negociaciones somos los agentes sociales”. Unas reflexión que, a su entender, los gobiernos tendrían que tomar nota antes de regular en este sentido.