El metal catalán hace frente a su tercer conflicto laboral del año
Los Mossos d'Esquadra desalojan a los sindicalistas encerrados en la sede de la patronal
La negociación del convenio del metal de la provincia de Barcelona ha terminado este jueves con la intervención de los Mossos d’Esquadra. La policía autonómica ha desalojado a los representantes sindicales, quienes se habían encerrado en la sede de la patronal, la Unió Patronal Metal·lúrgica (UPM), como protesta por los pagos atrasados de los incrementos salariales del último convenio. Llegan al 2,5%.
Precisamente, el conflicto laboral parte de la falta de acuerdo en definir cómo se retribuyen las mejoras salariales acordadas en el último convenio. En lo que va de año, los desencuentros en esta negociación ya han generado dos conflictos laborales que se han salvado in extremis. Incluso se llegó a convocar la huelga del sector.
Competitividad
UPM asegura que si aplica el incremento las empresas no serán competitivas. Afirma que condena a la desaparición de muchas compañías. Los representantes de los trabajadores cargan contra este argumento. Recuerdan que fue la propia patronal quien a medianos de septiembre propuso aplicar esta mejora a plazos a lo largo de cuatro años.
“[Este jueves] ha escenificado la ruptura de la negociación al plantear la reducción de los salarios”, declara el secretario general de la sección de Industria de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco. Los representantes de los trabajadores señalan que UPM ha dado un paso atrás en su propuesta anterior y pretende eliminar el incremento.
“Sentimos que los sindicatos, en sus manifestaciones y actitud, hayan tergiversado los hechos”, asegura la patronal en un escueto comunicado. “Esta tarde, ante la desavenencia entre nuestra patronal y los sindicatos, han finalizado las negociaciones del Convenio Colectivo para la Industria Siderometalúrgica de la provincia de Barcelona”, sentencia.
Protestas y movilizaciones
Los sindicatos no se limitarán a encerrarse en la sede de UPM. “Vamos a convocar movilizaciones”, asegura el secretario nacional de la federación del metal de UGT, José Antonio Pasadas. Ambos sindicatos han convocado una asamblea del sector el próximo siete de noviembre para acordar los próximos pasos.
Convenio catalán
El conflicto laboral en Barcelona complica el futuro del convenio del metal de Catalunya. Un marco autonómico que debería aunar los criterios de los cuatro documentos marcos provinciales. Las diferencias entre ellos son importantes, sobre todo en el capítulo salarial.
Un operario de Lleida cobra un bruto anual de unos 16.000 euros, en Tarragona es de 16.300 euros, en Girona 18.700 euros y en Barcelona casi 20.000 euros. En Madird, llega a los 19.000 euros. Si el diálogo no es fluido, las propias partes aseguran que es muy complicado llegar a un punto de acuerdo en este sentido.