El ‘lobby’ energético se tambalea
Las grandes eléctricas piden la cabeza del presidente de Unesa
La guerra abierta entre el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el de Energía, José Manuel Soria, tendrá víctimas colaterales. El presidente de la patronal de las grandes empresas energéticas (Unesa), Eduardo Montes, podría perder el cargo por la rebelión a bordo instada por las eléctricas tradicionales.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el de Endesa, Borja Prado, consideran un fracaso las gestiones realizadas para lograr que el Gobierno reforme el sector tomando en cuenta sus reivindicaciones. La previsible continuidad del déficit de tarifa, cuya solución total se aplazará, y la fiscalidad favorable a las fotovoltaicas cocinada por Montoro entroncan con el malestar hacia el responsable del lobby.
Caballo perdedor
Las diferencias nacen en la apuesta de Montes a caballo perdedor. Las negociaciones de los últimos meses por la reforma energética, una de las esenciales según el Ejecutivo de Mariano Rajoy junto a la financiera y a la laboral, se han focalizado en el ministro Soria sin ejercer ninguna mediación con el Ministerio de Hacienda, que decide los impuestos que paga la actividad.
El lobby de las fotovoltaicas, por el contrario, ha sabido moverse en los pasillos del departamento de Montoro. El resultado es que, según el borrador de la nueva legislación, las nuevas energéticas gozarán de una fiscalidad favorable. Mientras Soria es partidario de que la presión fiscal sea homogénea para todo el sector, sin beneficiarios, Montoro quiere que las fotovoltaicas y las termosolares paguen menos. La impresión de las eléctricas tradicionales es que el consejero de Abengoa, Ricardo Martínez Rico, ha logrado llevar el agua hacia su molino pasando por encima de Montes.
La historia de Montes
La del presidente de Unesa es una historia de cómo aguar el vino y nace poco después de la fallida oferta pública de adquisición (OPA) de Gas Natural a Endesa. El actual responsable de la patronal accedió al cargo después de que las grandes energéticas no se pusieran de acuerdo en un hombre de consenso para pilotar el lobby. Un caza talentos barcelonés propuso su nombre al presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró, que consideró óptima la opción para desatascar la situación.
En el historial de Montes destaca su capacidad negociadora y la amplia experiencia lobística. Ahora su continuidad está sobre la mesa e incluso hay voces que piden el desmantelamiento de Unesa al quedar en evidencia el escaso poder de mediación con el Gobierno y los esfuerzos que supondrían reconstruir la cúpula de la patronal.