El lío de la banca con las mascarillas: de la plena libertad del Santander a la obligatoriedad de Caixabank
Santander, Sabadell y BBVA han decidido seguir el criterio marcado por el Gobierno, mientras que Caixabank prefiere mantener el protocolo actual y no retirarlas
El Gobierno ha decidido que la mascarilla ya no sea obligatoria en espacios interiores, pero cada empresa puede decidir si adopta o no esta medida y cómo la aplica. La mayoría de ellas tomarán la decisión a lo largo de esta semana, pero la banca no ha tardado mucho en hacerlo, pues cada día millones de personas transitan por sus oficinas.
La respuesta no ha sido unánime, de hecho, cada entidad ha decidido una cosa distinta, así en Caixabank no prevén que cambie ningún protocolo y se mantendrá la obligatoriedad para sus casi 40.000 empleados y sus 19 millones de clientes en España, y en el Santander han decidido todo lo contrario: recuperar la normalidad absoluta.
El banco que preside Ana Botín ha comunicado a la plantilla, tanto de Santander España como del centro corporativo (unas 26.000 personas) que, de acuerdo con el Real decreto publicado en el BOE este miércoles, deja de ser obligatorio el uso de mascarillas en cualquier tipo de espacio, incluido las oficinas.
Únicamente serán obligatorias en las lanzaderas y rutas internas entre edificios corporativos (esto aplica al Centro Corporativo de Boadilla), así como en los centros médicos del banco. Asimismo, la distancia de seguridad y las restricciones de aforo dejarán de estar vigentes y vuelven a estar permitidos los eventos presenciales y las reuniones con clientes y proveedores externos, bajo las normas vigentes previas a la pandemia.
Adicionalmente, se han comunicado recomendaciones de seguir extremando precauciones, quedarse en casa ante cualquier síntoma y por supuesto respetar a cualquiera que voluntariamente quiera seguir usando la mascarilla.
Sabadell, por su parte, también ha anunciado a sus trabajadores que, a nivel general, deja de ser obligatorio el uso de la mascarilla en todos los centros de trabajo y red de oficinas. Pero el uso seguirá siendo obligatorio cuando no se pueda respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros para trabajar durante la jornada.
También si se presentan síntomas de infección respiratoria (tos, disnea, dolor de garganta o rinorrea, con o sin fiebre). En reuniones, formaciones y eventos con presencia de 25 o más personas tampoco se la podrán quitar los empleados. Asimismo, recomendarán su uso a los mayores de 60 años, embarazadas o quienes estén en estado de inmunodepresión.
Y el uso opcional en el puesto de trabajo, los desplazamientos dentro del edificio y las salas de reuniones. Además, el banco catalán mantendrá las mamparas de protección en los puestos de mostrador de oficinas, pero en los puestos diferenciados, al existir una mayor distancia con los clientes, su uso será opcional a criterio de la persona que lo ocupe.
En los servicios centrales, continúa vigente la necesidad de mantener 1,5 metros de distancia entre los puestos de trabajo, motivo por el cual la asistencia a los centros corporativos seguirá operando mediante el sistema de turnos, explica el banco.
BBVA también ha decidido seguir el criterio marcado por el Gobierno y por tanto, ha eliminado la obligatoriedad de las mascarillas para sus casi 25.000 empleados en los centros de trabajo, aunque recomendará su uso a quienes tengan un contacto continuado con los clientes. Y también a las personas vulnerables, embarazadas, o quienes padezcan enfermedades crónicas. Además de quienes presenten síntomas respiratorios compatibles con Covid.
Entre los cuatro bancos más grandes del país, Caixabank, que cuenta con la red de sucursales más extensa (unas 4.500) seguirá obligando a clientes y empleados a usar mascarilla, también en los edificios corporativos y servicios centrales.
Fuera de este grupo, Kutxabank también se alinéa con la postura de este último banco y mantiene con carácter general la obligatoriedad de la mascarilla en los centros de trabajo. Sobre todo, cuando se asista a reuniones, en espacios de reducida dimensión de uso común, como ascensores, servicios, o áreas de descanso y en “espacios de tránsito” tales como pasillos, escaleras, áreas dónde se ubican impresoras de uso compartido, etc.
Solo permitirán que no se use si se garantiza una distancia mínima de 1,5 metros respecto de cualquier otra persona si el empleado permanece solo en su puesto de trabajo y sentado. En relación a los clientes, se recomendará la utilización de mascarilla en las oficinas como medida de mutua protección de la salud.
El banco vasco avisa de que estas medidas podrán ser revisadas a futuro en virtud de la evolución general de la pandemia, así como de las posibles modificaciones de la normativa sanitaria que se produzcan.