El Liceu busca a su público en Estados Unidos, Rusia y Japón
La institución se promocionará en ferias y congresos de la mano de Turisme de Barcelona
El Gran Teatre del Liceu quiere sacar partido del potencial turístico de Barcelona para llenar sus butacas y espacios públicos. La institución ha revelado los primeros detalles de su plan estratégico 2014-2016 y, entre ellos, destaca las negociaciones con touroperadores mundiales con los que quiere darse a conocer en el otro lado del charco. Principalmente, en el mercado estadounidense, ruso y chino.
La institución cultural, que atraviesa una delicada situación económica, quiere visibilidad ante el turista que visita la capital catalana por ocio, pero también, por motivos laborales. Y con ese fin ha estrechado lazos con la patronal Turisme de Barcelona, quien le ayudará a promocionarse en congresos y firas como la del Mobile World Congress.
Alquilar los espacios
El teatro necesita nuevas vías de financiación y para ello ha puesto todas sus esperanzas en el arrendamiento de las instalaciones del emblemático edificio. “Durante el MWC no había espectáculos, teníamos salas vacías y aún así no se alquilaron”, explican fuentes del Liceu.
Rentabilizar espacios como la sala de los espejos o el hall del emblemático edificio es, junto con la venta de entradas y abonos, uno de los pilares del plan estratégico del actual equipo directivo que lidera Roger Guasch.
“El objetivo de estos acuerdos es situar al Liceu en la agenda de todos los touroperadores del mundo. Hace falta explotar el atractivo cultural para nuevos públicos”, ha sostenido el director de la institución.
Caída de ingresos y aumento del déficit
Con todo, el teatro camina en una misma dirección: dejar atrás su imagen más elitista y burguesa que no le ha facilitado las cosas en los últimos años. Los ingresos han caído el 35% desde 2007 y la dirección calcula que su déficit llegará a los 16,73 millones en 2016.
La primera medida adoptada por el equipo directivo ha sido la incorporación al Barcelona Convention Bureau. Además, de la mano de Turisme de Barcelona, la institución cultural se promocionará en las oficinas que la patronal tiene repartidas en la capital catalana. Principalmente, en las instalaciones de las Ramblas, junto al Liceu.
Inversión tecnológica
La empresa catalana DNA, dirigida por Francisco Castillo, será la encargada de mover los hilos para que el nombre del Liceu se cuele entre las principales compañías turísticas del mundo. Además, diseñará nuevas herramientas tecnológicas para que la promoción de la institución vaya más allá del papel. Aunque, por el momento, sólo hay sobre la mesa algunas propuestas.
La institución sabe que los resultados no serán inminentes, ya que lo packs se venden con mucha antelación. Pero esperan que, con esta alianza con la industria turística, le saquen un mayor rendimiento a las instalaciones y situar en el mapa de las óperas internacionales al gran teatro barcelonés.