El juez relaciona a Boixareu con la trama de Urdangarín
El máximo responsable del grupo metalúrgico Irestal y presidente provisional de la patronal catalana del sector deberá declarar el 27 de junio como imputado
El titular del juzgado número 3 de Palma de Mallorca, José Castro, ha citado a declarar como imputado en el Caso Urdangarín al empresario metalúrgico catalán Joaquim Boixareu. La implicación de este industrial, integrante de la familia propietaria del conglomerado de empresas Irestal, tiene una derivada adicional: Boixareu acababa de ser nombrado presidente temporal de la Unión Patronal Metalúrgica (UPM) en sustitución del hasta entonces presidente, Ángel Marsal, también implicado en un supuesto desvío de fondos a sociedades de su propiedad con carácter irregular.
Boixareu no es sólo el sucesor de una saga familiar de amplia tradición en el metal barcelonés. La empresa que fundó su padre (Aceros Boixareu) protagonizó una sonada insolvencia a principios de los 90, cuando él acababa de acceder a la gerencia.
El nuevo imputado habría colaborado en las maquinaciones con fondos públicos que se le atribuyen al Duque de Palma. Boixareu es también un empresario que ha intentado alcanzar espacios públicos de representación en los últimos años. Ha sido presidente del lobby nacionalista y empresarial Femcat, disputó las elecciones a la presidencia de la patronal catalana Foment del Treball contra Juan Rosell, en el verano de 2008 fue nombrado presidente del consejo social de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y, la pasada semana, acababa de ser designado sustituto de Marsal al frente de la UPM.
De acuerdo con el auto dictado el jueves por el juez Castro, la relación procede de la actividad que Boixareu realizaba como presidente de la Fundación Cultura, Deporte e Integración Social. La entidad fue fundada por el consejero delegado de Irestal con un capital de 30.000 euros en diciembre de 2006.
Fundación tapadera
La comparecencia de Boixareu no será la primera ante el magistrado. En las primeras pesquisas realizadas por el juez declaró como testigo. De acuerdo con fuentes judiciales, Boixareu habría colaborado con Iñaki Urdangarín en la construcción de esa fundación, de la que luego partían fondos con destino a Belice y Luxemburgo. De hecho, el propio Urdangarín admitió en sus declaraciones que había trasladado los 30.000 euros a Boixareu para que constituyera la fundación en pago de favores pasados.
La amistad entre Boixareu y Urdangarín es conocida por la sociedad civil barcelonesa. Esos vínculos se han hecho más explícitos en las declaraciones judiciales del yerno del rey y del empresario barcelonés.
Un instrumento de continuidad
La fundación de la que socio fundador el metalúrgico se constituyó tiempo después de que Urdangarín cesase como socio del Instituto Nóos y después de recibir instrucciones del Rey para que abandonara las actividades que venía realizando. En todos los círculos empresariales consultados, se señala que Boixareu estableció una cobertura para Urdangarín procediera a mantener una parte de sus negocios, así como dar continuidad a algunas de las actividades que suponían el ingreso de fondos procedentes de empresas y administraciones.
A ojos de diferentes patronos barceloneses, la imputación de Boixareu puede complicar todavía más la resolución del conflicto abierto en la patronal UPM y que se ha cobrado hasta el momento el cargo de su anterior presidente.