El juez imputa a los exjefes de seguridad Repsol y Caixabank por el caso Villarejo
Los presidentes Antonio Brufau e Isidro Fainé se libran de la imputación en el cierre de la instrucción del caso que analiza la trama de espionaje contra el presidente de Sacyr
La trama del ‘caso Villarejo’ continúa salpicando a Repsol y Caixabank. La Audiencia Nacional ha procesado este lunes a los antiguos responsables de seguridad de las dos entidades por su presunta participación en el espionaje orquestado contra el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, para acceder a sus llamadas telefónicas entre 2011 y 2012.
El juez instructor Manuel García Castellón ha propuesto que tanto Rafael Araújo (Repsol) como Miguel Ángel Fernández Rancaño (Caixabank) pasen por el banquillo debido a su supuesta implicación en el encargo realizado al excomisario de la Policía Nacional, José Manuel Villarejo, para obtener información de la empresa de infraestructuras.
Los dos responsables habían tenido previamente un recorrido policial. El empleado de la empresa energética dirigió anteriormente la Unidad de Seguridad Privada de la Policía Nacional, mientras que el de el banco ejerció como jefe superior de Policía en Galicia y Cataluña. Ambos habían sido comisarios. El juez les atribuye los delitos de cohecho pasivo, así como descubrimiento y revelación de secretos.
El auto de procesamiento también incluye a otros miembros de la empresa energética, como al subdirector de Servicios de Apoyo de Seguridad de Repsol, Rafael Girona. Además, quedan imputados también el propio Villarejo, su socio Rafael Redondo y el agente de la policía Enrique Ruiz Castaño por su supuesta participación en las escuchas.
La decisión de colocar en el punto de mira a los responsables de la seguridad de las dos entidades bancarias se produce después de que el magistrado archivara provisionalmente la investigación contra los presidentes de los bancos. Tanto Antonio Brufau como Isidro Fainé han logrado esquivar por el momento la imputación.
El juez avanza en los detalles de la trama de espionaje
La trama del espionaje de Sacyr es una de las piezas separadas del ‘caso Villarejo‘ que analiza todos los movimientos de espionaje orquestados por el antiguo comisario. El juez instructor sospecha que esta maniobra perseguía frustrar el pacto de Luis del Rivero con la empresa mexicana Pemex para tomar el control de Repsol.
El juez considera probado que durante el espionaje los acusados accedieron a las llamadas telefónicas realizadas por del Rivero con personas de su entorno. Sin embargo, ha rechazado incluir también en la acusación al resto de dirigentes de las dos entidades de aquella época.
El auto de instrucción determinó que las facturas emitidas por Villarejo por un importe de 413.600 euros fueron abonadas por Caixabank y Repsol. Sin embargo, ambas compañías argumentaron que el contrato era legal porque creían que se trataba de servicios de seguridad privada.
El magistrado ha estimado que los dos acusados contaban con un alto grado de autonomía para realizar las contrataciones y ha evitado llevar al banquillo a Brufau o Fainé porque no hay indicios de que participaran en las reuniones para programar los espionajes.