El impacto de la Covid-19 en Seat: de cisne a patito feo de VW
La automovilística española pasa de encadenar récords de ventas a ser la única gran marca del grupo que pierde dinero en 2020
Seat volvió a los números rojos tras encadenar años de récord. Asentada en los beneficios desde 2015, el impacto del coronavirus provocó que las ganancias operativas de 445 millones que había cosechado en 2019 se convirtiesen en unas pérdidas de 339 millones en 2020. Fue la única de las grandes marcas de Volkswagen AG –el conglomerado que también agrupa a Volkswagen, Audi, Skoda y Porsche— que perdió dinero.
Según hizo publico el grupo alemán, la automovilística española se dejó casi de 2.300 millones de euros en ventas: cayeron desde los 11.496 millones hasta los 9.198 millones de euros. La organización obtiene la mayoría de sus ingresos de algunos de los mercados más afectados por las restricciones del coronavirus, como son Alemania, España y el Reino Unido, que sufrieron distintas restricciones a lo largo del año por el virus.
A mayor velocidad descendieron las entregas de vehículos, que fueron de 427.000 unidades, el 25,6% menos que en 2019. Seat consiguió mitigar la bajada de los ingresos gracias al crecimiento de la marca Cupra, que creció el 11,1% hasta las 27.000 unidades comercializadas.
El golpe también afectó a la producción. Entre Seat y Cupra se ensamblaron 406.000 coches, el 31,3% menos. De sumarse el Audi A1, que se fabrica en la planta de Martorell (Barcelona), el dato crece hasta los 484.000 automóviles frente a los 667.000 del año anterior, un descenso del 27,4%.
Las cifras publicadas este martes por Volkswagen AG se calcularon mediante la contabilidad IFRS y no incluyen el resultado neto. El dato se dará a conocer el próximo lunes en la presentación de resultados bajo los parámetros contables españoles organizada por la propia Seat.
Seat obtiene el peor resultado del grupo
Aunque afectó a todas las grandes marcas del conglomerado, el coronavirus solo mandó a números rojos a Seat. El resto de firmas vieron desplomarse las ganancias aunque resistieron en beneficios. Volkswagen, por ejemplo, pasó de embolsarse 3.785 millones a apenas 454 millones de euros. Skoda bajó desde los 1.660 millones hasta los 756 millones.
Mejor resistieron las enseñas de alta gama del grupo: Audi pasó de un beneficio de 4.509 millones a uno de 2.739 millones y Porsche apenas se dejó 190 millones en ganancias (de 4.210 millones a 4.021 millones).
La suma de divisiones provocó que Volkswagen AG cerrara el año 2020 con un beneficio neto de 8.334 millones de euros, el 37,5% menos que los 13.346 millones ganados en 2019. La facturación cayó el 11,8% hasta los 222.884 millones y el resultado operativo hasta los 9.675 millones (42,9% menos).
Seat ya sabía que 2020 iba a ser complicado
En la última presentación de resultados, Seat ya asumía que el futuro iba a ser complicado. Y no por su culpa, sino por la batería de golpes que ya azotan el sector de la automoción. El primer, evidentemente, el coronavirus, que obligó al fabricante a presentar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para la totalidad de la plantilla por la falta de actividad.
“En 2020 trabajaremos de forma muy intensa para afrontar los retos de nuestro negocio; los efectos del Covid-19 impiden cualquier estimación fiable tanto sobre el impacto en la economía mundial como en los resultados de Seat para el próximo año”, advirtió el presidente en funciones, Carsten Isensee. “En este contexto, la aplicación de medidas para asegurar la liquidez será de máxima importancia mientras siga la crisis. Cuando ésta pase, la prioridad será retomar lo antes posible la producción y las ventas con normalidad”, añadió.