QEV pide hasta 150 millones en ayudas publicas para reindustrializar Nissan Zona Franca

QEV Technologies, uno de los impulsores del proyecto, cifra en 800 millones la inversión que captarán las empresas que lideran el procedimiento. Solo confirma la presencia de su nueva marca de furgonetas y el relanzamiento de la enseña Ebro

El consejero delegado de QEV Technologies, Joan Orús, durante la presentación de Zeroid.

El consejero delegado de QEV Technologies, Joan Orús, durante la presentación de Zeroid.

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Los impulsores del hub para reindustrializar la fábrica de Nissan en Zona Franca hicieron este miércoles su primera gran presentación en sociedad. QEV Technologies dio a conocer una nueva marca de furgonetas eléctricas, Zeroid, con la que pretende alcanzar una producción de 60.000 unidades en cinco años. Junto al relanzamiento de la enseña Ebro, proyecto en el que trabaja Btech –otro de los socios–, su aspiración es la de alcanzar los 100.000 coches ensamblados y dar trabajo a la totalidad de la plantilla. Para ello necesitarán un impulso económico de hasta 800 millones que aspiran a captar y otros 150 millones de euros en ayudas públicas.

Ambos socios confían en que la negociación se desbloquee a lo largo del próximo trimestre para que la producción comience a principios de 2023. Inauguraría la planta QEV con las nuevas furgonetas presentadas, mientras que Btech le seguiría a finales del próximo año con otra furgoneta y una pick up también de cero emisiones.

La financiación es ahora uno de los temas clave. Una vez presentadas las garantías a la mesa de reindustrialización, ambas firmas se encuentran a la caza de fondos para financiar el proyecto, que ensamblaría tanto vehículos de marca propia como para terceros. Todo se vehicula a través de una joint venture constituida por ambas compañías a la que en las próximas semanas podría sumarse Ronn Motor.

El consejero delegado de QEV, Joan Orús, explicó que buena parte de la financiación ya está cerrada y que solamente a su compañía entrarán 200 millones de euros. Habrá una ampliación de capital en la que participarán sus socios actuales así como una parte que procederá de fondos de inversión y una tercera pata que saldrá de la banca tradicional. Junto con las otras empresas partícipes en la reindustrialización se aspira a captar hasta 800 millones en total.

Confirmada está la presencia del fondo Inveready, que ya inyectó 7,5 millones de euros en otoño de 2021. La automovilística trabaja ya en una nueva ampliación de capital a la que acudirán sus accionistas actuales —Inzile, Inveready, Power Electronics, un family office de Colombia y otro de Filipinas— y con los que se podrían también atraer a nuevos inversores. Se realizará una vez la mesa de reindustrialización termine de dar el visto bueno a los flecos todavía pendientes del proyecto.

Más allá de la inyección privada, el hub también pide un compromiso de apoyo público. Tanto al Gobierno como a la Generalitat de Catalunya. «No se trata de ayudas directas, son concursos a los que nos tenemos que presentar», matizó el dirigente. Orús cifró entre 100 millones y 150 millones de euros los incentivos a los que aspira, ya sea a través de ingresos directos o líneas de financiación con intereses bajos.

Además, QEV también avanzó que se presentará al Perte del automóvil de la mano de uno de sus principales accionistas, Power Electronics. El plazo para oficializar las candidaturas ante el Ministerio de Industria se abre el próximo 1 de abril y se espera que las primeras cantidades puedan llegar a las empresas agraciadas a finales de este mismo ejercicio.

El objetivo del ‘hub’: más de 100.000 vehículos en un lustro

QEV y Btech trabajan con un plan a cinco años que esperan poner en marcha una vez la mesa de reindustrialización selle su entrada en la planta de Nissan. La producción comenzará en 2023 y en tres años Orús calcula que producirá hasta 60.000 furgonetas de la nueva enseña Zeroid. Su precio oscilará entre los 20.000 y los 12.000 euros, avanzó durante la comparecencia ante los medios de comunicación.

Mientras, Btech aspira a complementar la actividad con otras 40.000 unidades de sus modelos Ebro, que relanzará a finales de 2023 con otra furgoneta y una nueva pick up. Del mismo modo que QEV se encuentra ahora mismo en una fase de financiación.

El centro barcelonés también funcionará como planta de producción para terceros, por lo que a los 100.000 vehículos previstos se le sumarían «entre 20.000 y 30.000 más» una vez se zanjen los acuerdos con marcas como Volta Trucks (que no comenzaría a fabricar hasta 2024), Tevva, o Inzile.

Gracias a su participación, los impulsores del hub confían en que podrán contratar a la totalidad de la antigua plantilla de Nissan. En la presentación, QEV se comprometió a seleccionar hasta 1.000 personas procedentes de la automovilística japonesa si su plan de negocio se cumplía.

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