El grupo alimentario Guissona mejora sus números tras alejarse de los bancos
La corporación, la segunda empresa cárnica de España, y la cooperativa, la primera en Catalunya, amplía sus productos alimenticios y abre tiendas. ¿El secreto? No depender de las entidades financieras y reinvertir los beneficios en el negocio
Es un oasis en el desierto. El Grupo Alimentario Guissona, que integra la segunda empresa cárnica de España y la primera cooperativa de Catalunya, continúa aumentando la oferta de productos alimenticios mientras abrirá nuevas tiendas y gasolineras por toda España.
El crecimiento, en dirección inversa al resto de empresas del sector, tiene una razón básica: el grupo no depende del crédito de las entidades bancarias y reivierta los beneficios en la empresa.
En 2010, el grupo, que facturó más de 1.300 millones de euros, redujo en cuatro millones los créditos bancarios, que se ubicaron en 10 millones a finales de ese año. “La filosofía de la empresa siempre ha estado vinculada a la autofinanciación y la prudencia. Casi nunca recurrimos al endeudamiento”, afirma Antonio Condal, portavoz de la empresa.
Guissona sigue aumentando la plantilla, cifrada en estos momentos en 4.000 empleados (3.500 directos y 500 trabajadores contratados) mientras diversifica la fabricación. Además de los productos cárnicos y los piensos, este año ha comenzado a producir pan, gazpacho y caldos y también el envasado de aceite. Hace pocos meses ya se había iniciado ella comercialización de leche y zumos.
Medio siglo en el campo
La organización se fundó en 1959 con la llegada de la tecnología agropecuaria que dejó a miles de campesinos sin trabajo. Un grupo de trabajadores de la Segarra (Lleida) constituyeron una cooperativa que buscaba mejorar los rendimientos y de las granjas. Con el paso de los años, fue expandiendo sus negocios para abarcar todo el proceso de producción y distribución hasta llegar al consumidor final sin intermediarios.
Para ello, el grupo ya cuenta con 390 tiendas Bonàrea de ventas directas, de las cuales 331 están localizadas en Catalunya, 41 en Aragón, 12 en Castellón, 4 en Madrid, una en Guadalajara y una en Andorra.
Los buenos resultados han permitido también la apertura de 34 gasolineras. El grupo atribuye el éxito a un modelo de negocio basado en la integración de todos los procesos, lo que en la práctica significa un negocio sin intermediarios y con un gran centro alimentario de 200.000 metros cuadrados en Guissona como epicentro de la actividad.