El Gobierno, a Nissan: «No es el momento de hacer negocio con las fábricas»
El Ministerio de Industria pide a la dirección de la automovilística que trabaje "de manera más decisiva" en la cesión de la planta de Zona Franca a Great Wall Motors
Apenas 24 horas después de que Great Wall Motors expresara sus dudas sobre quedarse con la planta de Nissan en Barcelona, el Gobierno pide más esfuerzos a la automovilística nipona. Con la petición de más ayudas públicas sobre la mesa, el Ejecutivo exige un trabajo colectivo para convencer al fabricante chino. Y tiene dudas de que el actual propietario de la instalación lo esté realizando: «No es el momento para hacer negocio con las fábricas que abandona», acusa.
Cuando todo parecía encarrilado para el aterrizaje de Great Wall Motors a la Zona Franca, la Mesa de Reindustrialización recibió el miércoles un jarro de agua fría. Las conclusiones de la auditoría elaborada por los técnicos de la firma china encontraron tres problemas: era necesario más apoyo de las administraciones, los activos eran demasiado caros e insuficientes para su expansión en Europa y el pacto alcanzado con los trabajadores de Nissan no estaba acorde a sus necesidades.
Las alarmas se activaron, a pesar de que la Ministra de Industria, Reyes Maroto, trató de calmar las aguas este jueves. La dirigente aseguró que «espera encontrar las herramientas» y se mostró confiada en que serán «suspicaces» para seducir a la automovilística. Además, habló de una reunión «al más alto nivel» para desbloquear las conversaciones.
Sin embago, desde el Gobierno apuntan a que la política de Nissan a la hora de gestionar la desinversión es un contratiempo para la reindustrialización. Fuentes de Industria advierten a Economía Digital que la cúpula liderada por Frank Torres «debe trabajar de manera más decidida en la cesión de activos».
Las mismas voces rematan la estrategia del fabricante nipón a la hora de deshacerse de la planta de Zona Franca y sus satélites en Montcada y Sant Andreu. «En esta fase del proceso no es momento para hacer negocio con las plantas que abandona», reprocha el ministerio liderado por Maroto. Más cuando es uno de los inconvenientes detectados por Great Wall Motors para sellar la inversión en el país.
Desde Nissan aseguraron a este medio que este tipo de momentos son «normales» en negociaciones complejas y llamaron a «acercar posturas». El objetivo sigue intacto: firmar la reindustrialización antes de que termine 2021.
El precio no fue la única pega que la automovilística china puso en su auditoría. La organización revisó sus planes para el mercado europeo y de las 150.000 unidades que calculaba vender en 2025 saltó hasta las 300.000, una cifra que la planta barcelonesa no está capacitada para producir. En el centro, ensamblaría vehículos de las marcas Ora y Wey.
Según explicaron fuentes del comité de empresa, la automovilística china expresó sus dudas con la capacidad productiva y el estado de los activos disponibles. “Deberían aumentar la inversión prevista para actualizar las plantas productivas actuales”, añadieron.
Great Wall también pide más dinero público
En el documento, Great Wall también pidió más colaboración al Gobierno y a la Generalitat. A pesar de las dudas sobre la materialización de la inversión, la situación no es irresoluble. De hecho, se podría dejar atrás con la solución más vieja que existe en este tipo de proyectos: más ayudas públicas. “Solicitan un aumento de los incentivos por parte de las administraciones”, señalaron los sindicatos.
El plan inicial del Gobierno y la Generalitat ya contemplaba una inyección de recursos de aproximadamente 100 millones de euros para poner en marcha la producción de los vehículos de la marca china. Ante la nueva petición, desde el Ejecutivo recordaron que se trabaja sin descartar «ningún proyecto», desde GWM hasta Silence, el Hub de descarbonización «u otros que también están interesados».
Administraciones, Nissan y sindicatos analizan ahora las ofertas de otros inversores tras las dudas de Great Wall Motors
Además, la automovilística tampoco ve con buenos ojos el acuerdo alcanzado con el comité de empresa de Nissan, que le obliga a quedarse con el personal del fabricante japonés por orden establecido de edad y con unas condiciones, a su juicio, inasumibles.
La respuesta de los trabajadores fue inmediata: pedir que se reactive el análisis de las otras ofertas recibidas, procedentes de Silence y QEV Technologies. A las mismas tesis se sumaron el resto de fuentes consultadas en la Mesa de Reindustrialización, que se volverá a reunir el 1 de diciembre ya con las respuestas a Great Wall Motors preparadas.
Después del comunicado emitido el miércoles a última hora por el comité de empresa, los trabajadores de Nissan detuvieron este jueves por la mañana la producción de la fábrica de Zona Franca para exigir explicaciones. Durante la jornada, se realizaron asambleas para explicar las discrepancias existentes.