El fundador de Netflix, a ED: “Los cines se salvarán con una tarifa plana”
El creador de Netflix Mitch Lowe creó un producto para contrarrestar el declive de la televisión y ahora pretende hacer lo mismo con el cine
Cuando Mitch Lowe creó Netflix en 1997, hizo un pronóstico entusiasta. El servicio que revolucionaría la forma de ver televisión podría llegar a tener, con el viento a favor 1,7 millones de usuarios en todo el mundo.
Veinte años después, la mejor creación de su carrera empresarial supera los 200 millones de suscriptores. Lowe dejó Netflix antes de catapultarse de forma definitiva y comenzó a dedicarse a otros proyectos.
Tras abandonar la compañía e intentar nuevos proyectos con McDonalds, Redbox y Movie Pass, ahora ve cómo las narco-series de Netflix, que publicitan su contenido con polémica publicidad en el metro de Madrid que pide a los usuarios que “no se pasen de la raya”, como en la serie Narcos. Al ver el impacto de la publicidad y del modelo de negocio, es generoso con quienes lo sucedieron.
“La semilla es la misma, pero la empresa ha cambiado mucho”, responde Lowe en una entrevista exclusiva a Economía Digital, durante una visita a España para dar una charla magistral a los exalumnos de EAE Business School.
-¿Ha cambiado para mejor?
– Yo creo que sí. Eligen de forma excepcional los contenidos que gustan. Ahora las series son mucho más exclusivas y la empresa ha adquirido otra dimensión.
Contenido de sobra
Lowe está convencido que con Netflix tuvo un golpe de suerte y no parece confiar en que sus futuros retos empresariales tengan un impacto similar al que obtuvo entonces.
Pero Lowe intenta repetir la fórmula de éxito de Netflix con el mercado del cine. La empresa que preside, Movie Pass, está haciendo pruebas en Estados Unidos para desarrollar un sistema de tarifa plana que permite a los cinéfilos entrar a las salas para ver cuantas películas quieran. Todo por una tarifa plana de 10 dólares mensuales.
Movie Pass ya ha logrado 600.000 suscriptores al mes y con un crecimiento de 200.000 nuevos suscriptores en el último mes, todo un récord que le permite alcanzar unos 6 millones de facturación al mes.
“No creo que tenga el mismo impacto que Netflix porque los usuarios del cine han caído. Los cines han reaccionado al descenso de visitantes con un aumento de precios pero esa estrategia es insostenible en el tiempo. Los cines se salvarán con una tarifa plana”, explica el creador de Netflix.
Lowe hizo un estudio de mercado con la empresa AMC, controlada por Wanda y que en España gestiona las salas de Cinesa. En las pruebas de funcionamiento de la tarifa plana demostraron que el consumo se disparaba. La compra de refrescos y palomitas de maíz aumentaba de forma vertiginosa en la medida en que los usuarios sólo pagaban una tarifa plana mensual de diez dólares. También se disparaba la afluencia.
La multinacional del cine AMC hizo pruebas con Movie Pass para medir el impacto de la tarifa plana en el cine. Pero su socio se le adelantó con el invento
Pero AMC optó por crear su propio sistema de fidelización. Con lo que no contaba era con la rapidez del fundador de Netflix, que lanzó Movie Pass, que ya está disponible en los cines estadounidenses, especialmente en las cadenas pequeñas en independientes.
“Las grandes salas estarán en contra. No quieren que otras empresas tomen el control de la relación entre ellos y los usuarios. Es lógico. Pero el sistema permite que los usuarios puedan entrar o salir de la sala si la película no les gusta. Cuando pagan diez dólares por una entrada, se sienten obligados a quedarse aunque no les guste”, explica el empresario.
Cree que cada vez es más difícil fidelizar a los usuarios cuando la creación de series, películas y obras de todo tipo se dispara. La solución no es subir precios para dar sillas más grandes o asientos VIP. Lowe cree que ante la crisis del cine, hay que recortar al máximo los precios. Sus pronósticos con Netflix se quedó corto sobre la profundidad del cambio. Ahora la industria se pregunta si con el cine pasará lo mismo.
Pero el fundador de Netflix advierte. El invento que está revolucionando el cine en Estados Unidos no llegará a España antes de 2019.