El fabricante de grapadoras Petrus pacta con la plantilla el coste de echar el cierre
La multinacional Esselte deslocalizará la producción que se hace en Cataluña a Polonia y China
El fabricante de las históricas grapadoras Petrus, la multinacional Esselte, ha pactado con su plantilla el coste de finalizar la producción en Cataluña y cubrir el mercado con material enviado desde Polonia y China. Al final, los 68 trabajadores afectados por la deslocalización recibirán la máxima indemnización legalmente prevista (45 días por años trabajado hasta febrero de 2012 y 33 días después de la entrada en vigor de la Reforma Laboral).
Esselte dejará convertirá la factoría de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) en un centro logístico. Los trabajadores de los almacenes se han garantizado las mismas condiciones de despido en el caso que la empresa decida echar definitivamente el cierre a su planta catalana.
Carta del Parlament
La multinacional ha tenido que sacar la cartera para evitar terminar en los tribunales. El fondo estadounidense JW Childs Associates ha optado por pagar antes que iniciar un proceso de mediación que podría haber terminado con una sentencia lasciva por sus intereses, indican fuentes conocedoras de la negociación. La reunión que la comisión de Empresa del Parlament catalán solicitó al director de la factoría, Xavier Abadia, ha sido clave en el conflicto.
Además de incrementar sustancialmente las indemnizaciones por despido (la empresa ofreció inicialmente pagar el mínimo previsto, 20 días por año trabajado), Esselte compensará a los empleados por el tiempo de prestación de paro que han consumido en los sucesivos expedientes de regulación temporal que se han aplicado en la factoría desde 2009.
Ratificación de la plantilla
Los representantes legales de la plantilla, el bufete Col·lectiu Ronda, indican que la multinacional tiene que abonar una media de 6.000 euros a cada trabajador por este concepto.
El pacto laboral ha sido ratificado por la plantilla en asamblea este lunes por la mañana.