El empresariado catalán, en bloque: «Sería absurdo desaprovechar la oportunidad de ampliar el aeropuerto de Barcelona-El Prat»
El empresariado catalán se reúne para pedir a las instituciones que vayan de la mano a la hora de solicitar la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat a Bruselas
El empresariado catalán decidió abandonar el letargo en el que muchos le acusaron de estar sumido durante la última década. Tres meses después de concentrarse en la Estació del Nord (Barcelona) para pedir un govern que se centrase en la recuperación económica de la crisis del coronavirus, se concentró en la escuela de negocios de Esade para pedir a las instituciones que vayan de la mano a la hora de solicitar la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat a Bruselas.
Más de un centenar de empresarios se vieron las caras en un acto impulsado por Foment del Treball y en el que asistieron figuras de todas las sintonías políticas: desde la Cámara de Comercio de Barcelona, controlada por la ANC, hasta la Cámara de Comercio de España, presidida por José Luis Bonet, que se posicionó en numerosas ocasiones contra el independentismo. Fue la escenificación del manifiesto firmado el pasado viernes por más de 200 organizaciones empresariales.
«Las 200 entidades signatarias del manifiesto, reclamamos el acuerdo entre Aena, la Generalitat, el área Metropolitana de Barcelona, y los Ayuntamientos de Barcelona, El Prat, Gavà, Viladecans, Sant Boi”, señalaba el documento. Ir de la mano será clave para convencer a las administraciones europeas. La decisión sobre la ampliación se tomará en Bruselas; los terrenos afectados dentro del complejo natural del Delta del río Llobregat están protegidos dentro de la Red Natura 2000, que cuenta con la máxima protección y cuya recalificación depende de la Unión Europea.
El exconseller de la Generalitat Andreu Mas-Colell, uno de los grandes impulsores del gran pacto del IESE celebrado en 2007 para incrementar las conexiones intercontinentales en la instalación catalana, fue el primero en intervenir en el evento. «Necesitamos un aeropuerto de primera, una de las razones por las que perdimos la Agencia Europea del Medicamento (EMA) fue porque el aeropuerto de Schiphol (Ámsterdam) tenía mejores conexiones», lamentó.
«Tenemos una empresa que quiere hacer una inversión de 1.700 millones de euros, pero el permiso de las autoridades competentes es necesario; que no se detengan a analizar las predicciones, la empresa ha hecho los números y habrá calculado que las cifras le salen», añadió el exdirigente. «Efectivamente, las implicaciones medioambientales de la ampliación es el punto sobre el que hay que vigilar, pero estoy seguro que hay manera de mitigarlas», zanjó.
En su papel de organizador, Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, acogió de forma positiva la propuesta del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de abrir una mesa de trabajo sobre la obra, aunque con una advertencia: «Tenemos de todo menos tiempo». «Queremos que Barcelona siga teniendo un lugar en el mundo, pero cada vez con más fuerza, la ciudad no puede ser una ciudad más del sur de Europa».
«Tenemos que estar a la altura de las circunstancias, ya hemos perdido demasiados oportunidades», avisó. El dirigente se mostró convencido que tanto el govern como el Ayuntamiento de Barcelona y las instituciones europeas alcanzarán un acuerdo para ampliar la infraestructura. «La sociedad nos tiene que escuchar, el sectarismo ideológico no puede pasar por encima de las necesidades de la sociedad».
«Hace muchos años que reivindicamos inversiones de infraestructuras que luego no se ejecutan; ahora tenemos una oportunidad en un ámbito absolutamente estratégico»
Antonio Cañete, presidente de Pimec
A Sánchez Llibre lo escudaba Antonio Cañete, presidente de Pimec. «Hace muchos años que reivindicamos inversiones de infraestructuras que luego no se ejecutan; ahora tenemos una oportunidad en un ámbito absolutamente estratégico y hay que lograr los consensos necesarios». El líder patronal se abonó también a la mesa de diálogo propuesta por el Ejecutivo catalán.
También intervino el presidente del Círculo de Economía, Javier Faus, que pidió concentrar las inversiones en el aeropuerto de Barcelona. «No hay sistema aeroportuario en el que tres aeropuertos medianos –en referencia a Girona y Reus— se convierta en un gran aeropuerto», advirtió.
«Nos preocupa que se abogue por una apología del decrecimiento, no podemos dejar que ese discurso gane la opinión pública. Hay que hablar de crecimiento sostenible, y el caso del aeropuerto es un claro ejemplo», señaló, con un mensaje que parecía dirigido hacia la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
La presidenta de la Cámara de Comercio de Barcelona, Mónica Roca, convirtió el acto en un manifiesto de ideología transversal. De claro perfil independentista, la dirigente avisó: «El aeropuerto está limitado por su infraestructura y no podemos llegar a mercados que nos interesan, más sí desparecen los vuelos de corto radio en sustitución del tren».
«El aeropuerto está limitado por su infraestructura y no podemos llegar a mercados que nos interesan»
Mónica Roca, presidenta de la Cámara de Comercio de Barcelona
Sin embargo, la dirigente avisó: «Hace falta una gestión de la instalación de claro kilómetro cero». Por ejemplo: con la intermodalidad del ferrocarril y los aeropuertos. «Sería totalmente absurdo no hacer uso de esta inversión». «Y mirando hacia un futuro que algunos no vemos tan lejano, un estado propio necesita un gran aeropuerto», añadió.
Roca fue la más exigente con Aena con las compensaciones medioambientales: «El gestor ha prometido una ampliación del espacio protegido del Delta del Llobregat un 25% superior al actual y la compensación de 1/10 respecto a la superficie afectada».
El empresariado acude en bloque (con algunas ausencias)
Junto a ellos estuvieron muchas de las primeras espadas del ecosistema barcelonés, tanto vinculados con El Prat como no. Se dejaron ver por el auditorio Salvador Alemany, presidente de Saba; Marco Sansavini, presidente de Vueling; José Creuheras, presidente de Planeta; Víctor Grífols, consejero delegado de Grifols; Antoni Brufau, consejero delegado de Repsol; Jorge Gallardo, presidente de Almirall; Javier Godó, presidente del Grupo Godó; Isaías Taboas, presidente de Renfe; Jordi Mestre, presidente del Gremi d’Hotels de Barcelona; Javier Pujol, consejero delegado de Ficosa; varios representantes de las perfumerías Puig y Ángel Simón, presidente de Agbar.
Sin embargo, algunos de las grandes marcas de Cataluña optaron por enviar dirigentes de menor rango al acto, al contrario de lo que hicieron en marzo. Es el caso de firmas como Caixabank, Banc Sabadell o Seat.
La tibieza de las administraciones
El mensaje del empresariado se dirige principalmente al nuevo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. El dirigente eludió posicionarse este martes sobre la ampliación y señaló que proponía la creación de una mesa para abordar la cuestión. “No es una cuestión fácil, se necesita un aeropuerto competitivo pero también proteger la biodiversidad”, dijo tras la reunión del Consell Executiu.
La mesa de trabajo la formarán todas las instituciones afectadas por esta potencial reforma, entre las que estarán Aena, el Gobierno, la Generalitat y los ayuntamientos afectados. La contraposición de ideas es compleja: mientras que la autoridad aeroportuaria apoya la reforma, Ada Colau ha mostrado su fuerte oposición a esta infraestructura.
Se da por hecho que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se opondrá con dureza a la ampliación. En la comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad del Consistorio se rechazó una propuesta para la obra con los votos en contra dels comuns y ERC y la abstención de JxCat. “Es antiguo hacer escoger entre ecología y economía”, defendió la concejal de Urbanismo de Colau, Janet Sanz.