El dueño de Barnices Valentine frena la inversión en Catalunya por el proceso soberanista
João Serrenho afirma que no pararán los planes para la factoría pero reducen su intensidad hasta que se clarifique el futuro político
El propietario de la histórica Barnices Valentine, el grupo portugués Corporação Industrial do Norte (CIN), tiene “planes a muy largo plazo” para la filial catalana, en palabras de su presidente, João Serrenho. De forma inmediata, la realidad es distinta: la compañía de pinturas y barnices ha puesto el freno de mano a sus proyectos debido al proceso soberanista. El directivo reconoce a Economía Digital que las incógnitas sobre el futuro político catalán han provocado “incertidumbre” en el consejo de dirección de la sociedad lusa; “y la incertidumbre es el peor enemigo de los negocios”, sentencia.
“En este entorno, es difícil que desde Portugal se aprueben planes de mucha inversión”, señala. Serrenho es consciente de que la percepción local es diferente a la que tienen en la sede central de CIN. “Desde fuera de Catalunya es un poco más difícil comprender y apreciar los riesgos reales del proceso, ¡puede existir una ruptura con España!”, declara. Por ello, la cúpula del grupo ha decidido que impere la moderación a la hora de poner en marcha cualquier iniciativa en la factoría de Montcada i Reixac (Barcelona). “Seguiremos nuestros planes con prudencia y estudiaremos la situación futura con atención. Esperamos a ver la luz al final del túnel para decidir qué hacer”, afirma Serrenho.
Contratación fuera de España
La cautela que impera en CIN no impedirá, no obstante, que cumpla “con los compromisos que ya se han adquirido”, señala el presidente. Ampliarán con cinco personas el departamento de I D antes de que termine el año. El proceso de selección está en marcha e implica revisar perfiles fuera del país para que cumplan con los requisitos exigidos. “Necesitamos como mínimo dos personas con experiencia previa en el sector y es raro encontrarlos en el mercado tanto español como portugués”, indica Serrenho.
También existe la intención de reforzar el departamento comercial, especialmente para la gente que trabaja en la división de industria/protección. Esta actividad es la que ha resistido mejor el envite de la crisis, ya que el mercado de decoración en el país ha caído el 35% y la construcción hasta el 70%. Valentine ingresa actualmente el 40% menos que ocho años atrás y el quebranto que arrastra es de 32 millones de euros. El directivo portugués reconoce que la factoría de Barcelona es la que peores resultados ha apuntado en el grupo. “En Catalunya ha habido una contracción del consumo brutal”, afirma. Incluso algo superior en 2013 que en el resto del Estado, según el análisis de la compañía.
Previsión de crecimiento
Los malos resultados de la filial se compensan con la evolución positiva del resto de la empresa. Serrenho indica que 2012 fue “un año muy duro”, que el pasado ejercicio obtuvieron un punto de equilibrio (con una reestructuración incluída) y que la previsión hasta diciembre es “crecer un 10%”. “Somos optimistas, no hay nada como una buena crisis para hacer que seamos más competitivos”, sentencia el directivo.