El D-Hub pidió más tiempo al Consorci de la Zona Franca para presentarse al concurso de Nissan

La unión de empresas liderada por QEV y BTech ha retrasado la presentación de su proyecto porque tuvo que reformular parcialmente su oferta

Los directivos de QEV durante la presentación de la furgoneta eléctrica que espera construir en la Zona Franca. QEV

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El D-Hub y Goodman necesitan más tiempo para presentar su proyecto y optar a la reindustrializar la antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. Según explican a Economía Digital fuentes próximas al proceso, la unión de empresas de la descarbonización liderado por QEV Technologies y BTech y la inmobiliaria australiana han pedido al Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), el gestor de los terrenos, una prórroga del plazo para cerrar su oferta y hacer efectiva la candidatura.

Después de consultarlo con el resto de la mesa de reindustrialización, que incluye al Gobierno, la Generalitat y los sindicatos y la dirección de Nissan; el CZFB ha aplazado el cierre del concurso del día 16 de septiembre hasta el día 13 de octubre. Es la segunda vez que esta fecha se posterga desde que se inició el período para presentarse a la licitación el día 1 de julio.

El retraso en los plazos responde a la necesidad de reformular parcialmente la oferta que han presentado para la adjudicación de los terrenos. No se descarta que haya otras empresas interesadas que también hayan pedido esta prórroga.

A principios de verano, el hub envió una serie de preguntas por escrito para tener la certeza de las repercusiones que tenían determinadas condiciones del pliego. La respuesta ofrecida en julio no fue lo suficientemente convincente y, con el ánimo de tener la máxima seguridad jurídica en sus inversiones, se lanzó una nueva tanda de preguntas.

En una entrevista con este medio, el CEO de QEV, Joan Orús, explicó que algunas de las cuestiones planteadas aparecieron por “incongruencias” en la redacción de los pliegues. Por ejemplo, una de las cláusulas de la licitación marca en dos años desde la adjudicación el límite para tener en marcha el 50% de la actividad.  Sin embargo, dependiendo del tiempo que el Ayuntamiento de Barcelona tarde en conceder algunas licencias de obras, este plazo sería difícil de cumplir, sobre todo para los futuros operadores logísticos.

Finalmente, las respuestas recibidas la semana pasada a esta y otras preguntas sí han solventado las dudas, pero han creado un problema de tiempo. Para poder reformular su propuesta y que no se incumpla ninguna condición deben realizar cambios pequeños pero costosos en tiempo. Por ello, se ha decidido una prolongación en el plazo para la presentación de ofertas. La mesa de reindustrialización se reunirá el próximo lunes 19 de setiembre para hacer un seguimiento de la evolución del concurso, según fuentes sindicales.

QEV, BTech y el resto de empresas vinculadas a la descarbonización esperan fabricar 100.000 vehículos eléctricos de diferentes tipos a partir del tercer año desde que se instalen en la planta. Para ello, quieren absorber a unos 1.000 de los antiguos trabajadores de Nissan.

Dos años preparando la reindustrialización

Este setiembre hace dos años que se formó la mesa de reindustrialización con el fin de reocupar la fábrica después del cierre de Nissan. Tras ofertas que se quedaron por el camino como la de Great Wall Motor y meses de redacción de los pliegues del concurso para evitar posibles recursos, la licitación pública se ha prorrogado hasta dos veces con el objetivo de dar más tiempo a los inmologisticos para perfeccionar sus proyectos. Tampoco ha ayudado el hecho que el CZFB activara el concurso en los meses de verano, cuando muchas empresas están a medio gas o cerradas por vacaciones.

Aunque no han hecho pública su voluntad de presentarse al concurso de forma oficial, la socimi Merlin, su participada Cilsa o un posible ensamblador de cargadores de baterías eléctricas para Seat, son algunas de las voces que han rodeado este concurso. Sea quien sea la inmobiliaria y el proyecto industrial que acabe haciéndose con los terrenos, tendrá la potestad de gestionar sus 500.000 metros cuadrados.

Los pliegues del concurso dividen estos terrenos en diferentes parcelas, que atribuyen unos 309.737 metros cuadrados para uso industrial y 108.765 más al uso logístico. De hecho, una de las críticas hechas sobre todo desde las grandes inmobiliarias es el limitado espacio destinado a la actividad logística, por lo general más lucrativa.

Sin embargo, el concurso está redactado con el fin de dar prioridad a un proyecto industrial, dado que adjudica 60 de los 100 puntos atendiendo a factores de esta índole. La fabricación de coches es la actividad más bien valorada, seguido de proyectos de movilidad eléctrica, de inversión y aquellos relacionados con la sostenibilidad y la transición energética.

Silence y Nissan, en la planta desde agosto

Unos 100.000 metros cuadrados de la antigua planta de Nissan ya están ocupados por Silence, que se prepara para ensamblar un vehículo eléctrico de dos plazas, y el centro técnico de Nissan, donde desarrolla tareas de I+D+i. El adjudicatario final tendrá que convivir con ambas empresas, hasta el punto de tener que suministrarles algunos servicios básicos.

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