El cuento chino del Espanyol
La empresa china Rastar invierte hasta 180 millones en el club de fútbol para lanzar una nueva lÃnea de negocio, pero todo depende de los éxitos deportivos del equipo
La empresa china de juguetes Rastar, propiedad de Chen Yansheng, ha puesto una auténtica millonada en el Reial Club Deportiu Espanyol de Barcelona (RCDE). Por ahora, unos 100 millones de euros, pero acaba de lanzar una ampliación de capital de 150 millones que, cuando sea aprobada, le hará desembolsar hasta 84 millones más, aunque no todo será en efectivo ya que amortizará parte del crédito aportado al club para pagar sus deudas.
En total, el millonario chino habrá invertido hasta 180 millones de euros en el club de futbol español, que la empresa de juguetes espera recuperar con una nueva línea de negocio, basada en el deporte, vendiendo la imagen del Espanyol en el país asiático.
La apuesta es arriesgada: a pesar del auge del fútbol, el club es desconocido en China y la inversión muy importante para una empresa que, a pesar de estar creciendo, factura menos de 400 millones de euros al año.
En 2014, el último ejercicio cerrado, Rastar Group tuvo unas ventas de 372 millones y un beneficio neto de 38 millones. A pesar de que no ha hecho públicas las cuentas de 2015, la previsión es que los ingreses continúen al alza.
Una marca desconocida
Cuando en otoño del año pasado, los Sánchez Llibre, entonces máximos accionistas del RCDE, y Rastar anunciaron el acuerdo de venta de cerca del 50% del club, pocos en España conocían a la marca de juguetes. Ahora, con el tiempo y la publicidad en la camiseta del Espanyol, la empresa va ganando notoriedad.
Detrás de la entrada de Chen Yansheng en el club barcelonés está el hacer su emblema conocido en Europa, pero por encima de todo, lanzar una nueva línea de negocio en su país de origen y en el resto de mercados. Con 1.300 millones de habitantes, el chino es mucho más importante que el europeo, y el fútbol está en auge: es ya asignatura obligatoria en los colegios.
Nueva línea de negocio
Con una perspectiva de locura por el deporte rey en el gigante asiático, Rastar decidió lanzar su negocio de deporte. Desde su creación, en el 2000, la juguetera ha ido creciendo con nuevas líneas de negocio: videojuegos, producción cinematográfica y de televisión y publicidad.
La nueva división deportiva pretende aprovechar el tirón del fútbol para vender camisetas y merchandasing del Espanyol en China y en todo el mundo. La compañía calcula que cinco millones de chinos pueden hacerse pericos.
Pero no sólo quiere vender camisetas. Rastar está metida en el negocio de la televisión, en la que se pagan altas cifras por los derechos de emisión de los equipos. Puede generar hasta negocio turístico, organizando viajes desde China a Barcelona.
Una apuesta arriesgada
Si lo que quiere un empresario es ganar dinero con el merchandasing y los derechos de televisión, el RCDE quizá no sea una apuesta segura, ya que las de sus jugadores no están entre las camisetas más vendidas. Pero Chen Yansheng ha mirado más allá de la popularidad y palmarés del club.
Con la compra, Rastar compraba fútbol europeo, liga española –para muchos, la más potente de Europa, con los dos finalistas de la Champions League y el campeón de la Europa League– y Barcelona como ciudad y como marca, según explicaron fuentes cercanas al empresario.
Además, el millonario chino se fijó en la historia del club, que es centenario, en su masa social, no sólo numerosa para un club que no suele ir a Europa, sino también «fiel», y en que tiene escuela de fútbol. El Espanyol es, para Rastar, uno de los clubs referencia de la liga española.
El proyecto deportivo
Pero sin ganar títulos y jugar competiciones europeas, el proyecto no es viable. Por ello, la apuesta económica va acompañada de un proyecto deportivo que debe llevar al equipo a estar entre los mejores de la Liga en tres años, según las previsiones de Rastar. Para conseguirlo, se prevé que este año ya invierta entre 15 y 30 millones de la ampliación en fichajes de jugadores que mejoren la plantilla.
Chen Yansheng, una de las mayores fortunas de China, calculada en unos 1.000 millones de euros, entró en el club con la compra de cerca del 50% de las acciones, por casi 18 millones de euros. Recientemente ha ampliado su participación al 56%, con la compra de los títulos que mantenían Sánchez Llibre y Ramon Condal, según publica Sport.
Sólo aterrizar, pagó la deuda de la construcción del Estadio de Cornellà-El Prat con la promotora, de unos 19 millones, redujo la que el RCDE tiene con Hacienda y devolvió un crédito sindicado de unos 41 millones, aunque todo ello con un crédito al club. En total, unos 100 millones con los que entró y saneó notablemente las cuentas.
Ampliación de capital
Ahora, el propietario de Rastar ha propuesto una ampliación de capital de 150 millones de euros para pagar parte de la deuda pendiente, de unos 130 millones, e invertir en fichajes. Y, de paso, ganará peso en el accionariado, ya que difícilmente el resto de accionistas puedan poner su parte, con lo que su participación se reducirá.
Por su peso en el accionariado, a la empresa china le tocará poner 84 millones en la ampliación. Para afrontarlos, Chen Yansheng tendrá que tirar de chequera, pero también aprovechará para amortizar parte del préstamo que hizo al club, de unos 75 millones, para sanear su situación financiera.
Hechos los deberes de devolver la deuda exigible a corto plazo, la intención de Chen Yansheng es seguir reduciendo el pasivo pero invirtiendo ya en el equipo para llegar cuanto antes a su objetivo: ser un equipo competitivo que llegue a Europa para ganar masa social en China y vender más camisetas. De ello dependerá el éxito de su apuesta por el Espanyol y de su nuevo negocio.