El Covid se llevará por delante casi 20.000 empleos en la banca
A las 15.200 salidas negociadas entre noviembre y junio, se suma ahora el ERE del Banco Sabadell y el futuro ajuste de empleo de Unicaja
La banca presumió en el inicio de la pandemia de ser un sector esencial y necesario durante los meses de confinamiento, también de no tener que recurrir a un ERTE como si hicieron otras empresas que tuvieron que paralizar al completo su actividad.
Pero solo unos meses después de estas afirmaciones, los principales bancos del país iniciaron sus respectivos procesos de reestructuración de costes. Entre noviembre y junio, el Banco Santander, Banc Sabadell, BBVA y Caixabank, han negociado 15.200 salidas.
Este mes de septiembre, el Sabadell ha anunciado un nuevo recorte de plantilla mediante un ERE y se prevé que Unicaja Banco, que acaba de absorber a Liberbank haga lo propio durante los próximos días. Con ellos, el Covid se llevará por delante casi 20.000 empleos en la banca.
El Santander dio el primer paso y fue el primer banco en anunciar un ERE para 4.000 personas. Un mes más tarde se cerraban la negociación con un 11% menos de salidas que las planteadas por la entidad.
En concreto, el ajuste de personal se fijó en 3.572 personas y las mismas han ido dejando el banco durante este año. La entidad cántabra reveló que el recorte de plantilla se extendería por toda Europa porque pretenden ahorrar 1.000 millones de euros en costes.
Le siguió el Banco Sabadell, quien propuso a los sindicatos un plan de salidas voluntarias en noviembre, mediante prejubilaciones y bajas incentivadas, para 1.800 empleados. Finalmente, todas estas personas salían de la entidad en el primer trimestre de 2021. La entidad se ahorrará 115 millones de euros en costes anuales.
El pasado mes de abril y casi a la par, Caixabank y BBVA se unían a la fiesta. El primero, con motivo de la fusión con Bankia, y el segundo por motivos económicos, productivos y de organización derivados de la transformación digital.
El banco detalló más adelante que las transacciones en oficina han caído un 50% al tiempo que se han duplicado las que se hacen por los canales digitales, de ahí la necesidad de ejecutar su primer ERE en España.
El mismo se planteó para 3.800 personas y se cerró para 2.935. El acuerdo contempla la reubicación de 657 personas en otras áreas del grupo. BBVA ha explicado que con él logrará un ahorro de costes de 250 millones a partir de 2022.
Al tiempo, Caixabank puso encima de la mesa 8.291 despidos. Las negociaciones se alargaron por el tamaño y la complejidad de este ajuste, el mayor en la historia de la banca, pero dos meses después se cerraba en 6.950 salidas.
Se espera que empiecen a producirse a partir del mes de noviembre, pues actualmente el banco no ha comunicado a los empleados qué solicitudes se han aceptado y cuáles no. CaixaBank cifra en, al menos, 770 millones el ahorro de costes por ajuste de personal.
Tras el parón del verano, Banc Sabadell ha decidido reducir aún más su plantilla y también ha planteado un ERE. El anuncio se hizo el lunes y ya este jueves se comunicó que afectará a 1.900 trabajadores, un 13% del total.
Las salidas del Sabadell serán en el primer trimestre de 2022
El banco señala que el esfuerzo realizado con el último plan de salidas voluntarias no ha sido suficiente para seguir siendo competitivos y garantizar la sostenibilidad del banco. La entidad ya adelantó en mayo, en la presentación del plan estratégico que necesitaban mejorar la rentabilidad, que está por debajo del capital y reduciría costes.
En concreto, el banco catalán contempla que estas salidas se produzcan en el primer trimestre de 2022 y generen ahorros de 100 millones al año; Unicaja no se ha pronunciado todavía sobre cuáles serán sus planes con la plantilla después de la fusión con Liberbank.
Los sindicatos calculan que el banco contactará con ellos este mes de septiembre, además, descartan que se plantee un número elevado de salidas, porque en su caso, no hay muchas duplicidades.
Pero Barclays ya ha hecho sus cuentas, y en un informe publicado esta semana calculaba que para 2023 el número de empleados del banco se habrá reducido en un 27%, lo que supondría, más de 2.400 salidas en dos años, si se tiene en cuenta que la nueva entidad reúne a unos 9.000 empleados. La entidad también estima que con esta reestructuración podría ahorrar 126 millones.