Norwegian pierde 596 millones y anuncia un ERTE de 1.600 empleados
La compañía de bajo coste enciende todas las alarmas tras quedarse sin ayudas del Gobierno de Noruega. Anuncia que podría quedarse sin liquidez en 2021
La crisis del coronavirus sobre el sector aéreo se puede volver a cuantificar al examinar las cuentas de Norwegian hasta septiembre. La aerolínea de bajo coste perdió 596 millones de euros en los nueve primeros meses del año debido al impacto de la pandemia, anotándose unos números rojos que contrastan con los 25 millones de euros de beneficios registrados un año antes.
El virus se hizo notar en todos los números vitales del negocio. El ebit registró un valor negativo de 261 millones de euros y la facturación cayó un 91%, hasta los 120 millones de euros. Respecto a números relativos a las operaciones, Norwegian informa de que transportó a 1 millón de pasajeros en el tercer trimestre, un 91% menos comparado con el mismo periodo del año anterior.
Las consecuencias podrían ser peores que los resultados comunicados este martes al mercado. La compañía ha anunciado en paralelo la suspensión de 1.600 puestos de trabajo en Noruega y la reducción de sus rutas tras el rechazo por parte del Gobierno noruego de darle apoyo económico adicional para afrontar las pérdidas provocadas por las restricciones a la movilidad.
No hay novedades sobre cómo afectará el recorte laboral a los trabajadores de España. El último informe de cuentas anual de la compañía (2019) indica que el país es el segundo con más empleados del grupo (1.845 trabajadores), solo por detrás de Noruega (2.236).
Fuentes de la compañía trasladan a Economía Digital que ahora mismo prácticamente toda la plantilla en España está bajo ERTE, entre ellos todos los tripulantes (pilotos y TCPs) y los agentes de handling. Sólo queda un pequeño retén en las oficinas de Barcelona y en mantenimiento, si bien la mayoría de ambos colectivos también están en ERTE.
Sin liquidez para 2021
El consejero delegado de la compañía, Jacob Schram, ya ha avisado: «Que el Gobierno haya decidido no dar más apoyo en forma de liquidez es muy decepcionante y se siente como un puñetazo en el estómago para muchos de los que han luchado por la empresa, mientras nuestros competidores reciben miles de millones de sus autoridades».
Schram no descarta ningún escenario, entre ellos la quiebra. «Es duro, pero seguimos trabajando para encontrar soluciones. No tengo garantías de que lo logremos, solo fe y esperanza», afirmó.
Las perspectivas se han agravado desde que la empresa china de alquiler de aviones BOC Aviation, controlada por el Estado chino y segundo mayor accionista (12,7%), también rechazara hace unos días invertir más dinero en la aerolínea.