El Corte Inglés pide un crédito exprés de 1.350 millones
Los grandes almacenes piden oxígeno a la banca después de aplicar un ERTE para 26.000 personas
Tras aligerar la partida de gastos con un expediente de regulación temporal (ERTE) de empleo para 25.900 trabajadores, y con las tiendas funcionando bajo mínimos, El Corte Inglés pide ayuda a la banca para lograr una línea de crédito de 1.350 millones de euros con la que hacer frente a la caída de la facturación derivada del coronavirus.
Según informaron varios medios, Banco Santander lidera una operación en la que también participan BBVA, Caixabank, Banc Sabadell, Bankia, Kutxabank, Goldman Sachs, Crédit Agricole, BNP Paribas y Société Générale. El flujo podría alcanzar incluso los 2.000 millones de euros.
La empresa no tendría que, necesariamente, utilizar todo el montante de dinero facilitado por la banca, pero le serviría para hacer frente a las necesidades de efectivo que tendrá en el corto plazo. Al parecer, la operación está pendiente del comité de riesgo de los diferentes bancos contactados.
El Corte Inglés funciona al 40% de su velocidad
El Corte Inglés está ahora focalizado en el departamento de supermercados, el único que sigue abierta junto a informática. «Entre ambas están haciendo entre el 35% y el 40% de la facturación normal que solía tener un centro comercial», explican fuentes internas a este medio.
Son las dos únicas plantas que suben a diario la persiana después de que la empresa se viera obligada a cerrar el resto con el estado de alarma. “Como respuesta a la alerta sanitaria y al compromiso de la compañía con sus clientes, empleados y con la sociedad en general”, el Grupo ha adoptado esta decisión, dijo El Corte Inglés a través de un comunicado.
Para paliar en lo posible esta situación, la compañía decidió reforzar los servicios online y telefónico con recogida de mercancía en el aparcamiento de los centros comerciales. También desarrolló una nueva aplicación que permite el pago a través del teléfono móvil.
El ERTE de El Corte Inglés
Los grandes almacenes trataron de encontrar fórmulas para evitar aplicar un expediente de regulación temporal de empleo, pero finalmente tuvo que seguir la tendencia de todo el sector: un plan de despidos temporales que, en su caso, afectará a 25.900 de sus más de 90.000 trabajadores.
Marta Álvarez pasará así a la historia como la primera presidenta en hacer un ERTE en los grandes almacenes, algo que la dirigente quería evitar. Además, el consejo de administración se guardó la carta de prorrogar el ajuste si fuera necesario, algo que es más que probable vista la ampliación del estado de alarma que el Gobierno planea.
Según explican los grandes almacenes en un comunicado, se comprometen a complementar la prestación por desempleo que otorgue el estado a los empleados dados de baja hasta el 100% del salario habitual que percibían.