El Corte Inglés: nuevo fallo en su plan de venta de activos
Los grandes almacenes deciden retrasar la venta de su filial informática, tras el fracaso por desprenderse de su cartera inmobiliaria
El Corte Inglés ha rechazado por bajas las ofertas vinculantes que ha recibido por lecisa, su filial informática. Las previsiones calculadas por el grupo que preside Marta Álvarez, pretendían ingresar entre 300 y 350 millones de euros, una cantidad por encima de lo que las dos empresas finalistas de la transacción habrían propuesto. El grupo esperaba recibir este ingreso para reducir deuda y compensar la fallida venta de su cartera inmobiliaria, una operación que tendrá que esperar..
Según adelanta este lunes El Confidencial, el ‘holding’ ha considerado insuficientes las ofertas de GFI y One Equity Partners, los dos finalistas de la transacción por la que se interesaron hasta ocho candidatos. Al parecer las cantidades planteadas apenas superaban los 200 millones, por lo que el grupo ha retrasado la venta.
De esta forma, con el rechazo del grupo, la desinversión no se completaría hasta al menos dentro de dos meses.
Las intenciones de El Corte Inglés era cerrar la operación el pasado mes de agosto, con el fin de llegar a la junta general de accionistas y al primer aniversario de su emisión de bonos con la filial vendida, a fin de acercarse al objetivo de desprebderse de activos no estratégicos por 1.000 millones.
Esta sería la segunda vez que El Corte Inglés intenta vender Informática. La primera fue justo hace un año, cuando el ‘holding’ recibió una oferta de compra por parte de Kio Networks. Tras este intento fallido, parece que la venta se le vuelve a complicar a los grandes almacenes.
Reducir deuda y amortiguan el pasivo
Este ingreso podría ayudar a amortiguar su deuda y cumplir así su promesa por reducir el pasivo, además de compensar la fallida venta de su cartera inmobiliaria.
El Corte Inglésha concentrado sus esfuerzos en reducir su pasivo. Los grandes almacenes tenían al cierre del ejercicio 2018/2019, un pasivo de 3.367 millones de euros, una cantidad inferior en 467 millones -un12,2%- en comparación con el año precedente, gracias a las continuas desinversiones llevadas a cabo por el grupo.
La compañía tampoco ha sido capaz de deshacerse de otros activos en venta, como la cartera inmobiliaria, ya que recibió una única oferta que no habría considerado suficiente.