El Corte Inglés firmó que no haría despidos nueve meses antes de presentar el ERE
Los grandes almacenes se comprometieron a mantener el empleo para que los sindicatos aprobaran sus planes de movilidad interna. A finales de febrero anunció que planea dar 3.000 bajas
El Corte Inglés habla ahora de aplicar la reforma laboral cuando hace meses prometía que iba a mantener el empleo a pesar de la pandemia. Los grandes almacenes negocian con los sindicatos un expediente de regulación de empleo (ERE) para 3.000 trabajadores a pesar de que en mayo firmaron con ellos un documento con la promesa de que no aplicarían ningún “proceso colectivo de bajas”. Lo que en primavera parecía un compromiso quedó en agua de borrajas.
En plena desescalada y con un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en marcha, la organización que preside Marta Álvarez y los representantes de la plantilla constituyeron una comisión para seguir el impacto del coronavirus en el empleo. Junto a la dirección de Recursos Humanos que encabeza Manuel Pinardo se sentaron representantes de Fasga, Fetico, UGT y CCOO.
Tras celebrar varias reuniones durante el mes de mayo, se dio luz verde a una declaración de principios firmada por la compañía y los cuatro sindicatos. Se aprobaron distintas medidas de flexibilidad para responder, entre otros, al boom de la venta online. A cambio, la empresa se comprometía a mantener los niveles de empleo actuales, que rondan los 88.000 puestos de trabajo.
El documento, al que ha tenido acceso Economía Digital¸ señala que el principio general que inspiró todo el proceso fue “una garantía del nivel de empleo estructural existente en la empresa como señal inequívoca de la confianza en que las medidas adoptadas contribuirán a superar la difícil situación que se vive en la actualidad”.
La comisión fue incluso más lejos. En el tercer punto del acuerdo, El Corte Inglés “se compromete a no promover ningún proceso colectivo de extinción de contratos salvo que concurrieran nuevas y graves circunstancias sobrevenidas […] que no hayan sido contempladas ni sean previsibles en la actualidad”.
Además, el gigante de la distribución aseguró que caminaría hacia un rejuvenecimiento de la plantilla con el «análisis de todas las solicitudes de jubilación que en sus distintas fórmulas legales previstas se presenten». No parece que el plan de despidos en marcha vaya en la misma línea. La compañía ya avanzó que el ERE actual se dirigirá a menores de 50 años al ser más sencillo que obtengan nuevos puestos de trabajo.
A pesar de que las fuentes consultadas matizan ahora la vinculación de la promesa, en su momento no dudaron en sacar pecho de la firma. En mayo, los sindicatos mayoritarios señalaban que el compromiso de El Corte Inglés era «indefinido». El matiz de las circunstancias de fuerza mayor no contemplaba una entrada en pérdidas o una caída abrupta de ventas, añadían.
Consultada por este medio, una portavoz de la empresa declinó hacer comentarios.
El Corte Inglés pudo aplicar las medidas de flexibilidad que deseaba
Gracias al pacto y la garantía de los 88.000 empleos, los grandes almacenes pudieron aplicar la flexibilidad que deseaban para hacer frente a la pandemia. Ninguno de los dos principales sindicatos, Fasga y Fetico, levantó la voz en exceso. Aprobaron medidas de movilidad entre centros y destinaron personal de oficinas a atender telefónicamente a los clientes o a gestionar la venta online.
Varios de los afectados por estos cambios vieron como se reducía la categoría laboral que ostentaban con el consecuente recorte de sueldo. Muchos acabaron en la División de Venta a Distancia que tanto había sufrido durante las primeras semanas del estado de alarma por falta de recursos.
En una conversación telefónica a la que ha tenido acceso Economía Digital, un delegado sindical de Fasga –la central sindical mayoritaria– explicaba a uno de los afectados por los cambios la importancia de la promesa de El Corte Inglés en sus nuevas condiciones.
«(Los sindicatos) están siguiendo lo que dice la dirección porque les han prometido que se mantendrán los puestos de trabajo. Les han dicho: esto es lo que hay si queréis que mantengamos los 90.000 empleos. A cualquier precio. Pueden hacer contigo lo que quieran», comenta.
Las condiciones del ERE de El Corte Inglés
El grupo se desdijo de sus palabras en los últimos días de febrero y comunicó a los trabajadores su intención de aplicar un ERE para aproximadamente 3.000 personas. Tras varias reuniones de análisis, este jueves se comenzó a debatir sobre las indemnizaciones que percibirían los afectados. Las posiciones iniciales parecen lejanas.
Según comunicaron los cuatro sindicatos presentes en la negociación –UGT, CCOO, Fasga y Fetico–, la organización presentó una oferta inicial de 25 días por año trabajado con un límite de hasta 15 mensualidades. La propuesta es solo válida para aquellos empleados que se presenten voluntarios.
Además, solo podrá solicitarla el personal de áreas y los centros que van a sufrir la reorganización. De no llenarse el cupo con voluntarios, al resto se le concederá una indemnización de 20 días por año trabajado hasta un máximo de 12 mensualidades. Es decir: el mínimo que marca la reforma laboral.
Tras meditar la oferta, los representantes de la plantilla tacharon la medida de “alejada de la realidad, ridícula y fuera del mercado”. Exigieron indemnizaciones de 36 días por año trabajado hasta un máximo de 24 mensualidades para voluntarios como forzosos. También solicitaron que todos los trabajadores puedan adscribirse de forma voluntaria al proceso de ERE.
En la búsqueda de empleo para los afectados sí que las dos partes de la mesa están más cerca. La compañía estudia las propuestas de LHH, Randstad y Manpower para la recolocación del personal impactado por el plan.