El Corte Inglés dirige el ERE a los menores de 50 años
Los grandes almacenes dibujan un ajuste laboral para 3.000 personas que se concretará a lo largo de este mes
El Corte Inglés y sus sindicatos celebraron este lunes la primera reunión en la negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) que los grandes almacenes quieren aplicar a 3.000 trabajadores. En su propuesta inicial, la compañía reveló que pretende focalizar el ajuste sobre los empleados menores de 50 años y con contrato fijo.
El comité de empresa emitió un comunicado en el que resaltó que la compañía subrayó que las bajas serán «de carácter voluntario» y que no pretende rejuvenecer la edad media de su plantilla. «No es un plan de rejuvenecimiento ni de desvinculación, es un proceso de reducción de personal y reorganización empresarial».
La organización que preside Marta Álvarez aseguró que al no afrontarse jubilaciones anticipadas, «quiere garantizar que los colectivos a proteger son aquellos que tienen más difícil su integración en el mercado laboral». De este modo, ni los mayores de 50 años, ni el personal eventual o con contratos de relevo ni los que trabajan días sueltos se verán afectados por el ERE.
Ahora es el momento de que la comisión negociadora; formada por los sindicatos Fasga, Fetico, CCOO y UGT; analice tanto el informe técnico como la memoria económica con los que El Corte Inglés pretende justificar el plan de despidos.
Los sindicatos exigen que la adscripción al ERE sea totalmente voluntaria
En un comunicado emitido de forma conjunta la semana pasada, advirtieron que exigirán a la empresa “unas condiciones de salida de plantilla por encima de los límites legales”. Otra de sus demandas es que “la adscripción sea voluntaria desde cualquier punto de España” para que el recorte “no se haga de forma traumática, sino armonizada con los intereses de las personas”.
La intención inicial de la compañía es que 3.000 personas se acojan “de forma voluntaria”. Aproximadamente 500 procederán de servicios centrales y los 2.500 restantes saldrán de las tiendas. Algunos puntos de venta también bajarán la persiana tras años arrastrando pérdidas.