El Corte Inglés se comprometerá a recolocar a los afectados por el ERE

En el cierre del centro de Linares, los grandes almacenes ya incluyeron la contratación de una consultora para que ayude a buscar empleo al personal despedido

El Corte Inglés. Foto: EFE/ Kiko Huesca

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Este martes, El Corte Inglés y los sindicatos se verán las caras para constituir la mesa de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) que la empresa planea aplicar a 3.000 trabajadores.

Durante el proceso, la discusión versará sobre el número de afectados y el tamaño de la indemnización. No será original. Menos problemas habrá a la hora de llegar a un acuerdo para la creación de una comisión que ayude a recolocar a los despedidos.

Fuentes inmersas en el procedimiento explican que la creación de una comisión que elabore un plan de recolocaciones no será un inconveniente. “No concebimos ningún acuerdo sin ello”, avisan fuentes sindicales. “La empresa no hace comentarios”, responde de manera oficial la compañía a preguntas de Economía Digital.

La plantilla aspira a proceso para ayudar al personal saliente a encontrar otro empleo. La música ya suena familiar en ambos lados de la mesa: con el cierre del centro comercial de Linares (Jaén) ya se contrató a una consultora que ayude a recolocar al personal afectado por la clausura de la instalación.

«La clave para que haya mayor empleabilidad será la edad de los trabajadores que se presenten voluntarios al ERE, porque no hay prejubilaciones previstas», explican los representantes de la plantilla. Los detalles de las conversaciones se conocerán a partir de este martes, cuando El Corte Inglés entregará el informe técnico y la memoria económica para justificar el ajuste.

3.000 afectados entre servicios centrales y tiendas

Sí ha trascendido que el boceto inicial de la empresa que preside Marta Álvarez es que 3.000 personas se acojan «de forma voluntaria». Aproximadamente 500 procederán de servicios centrales y los 2.500 restantes saldrán de las tiendas. Algunos puntos de venta también bajarán la persiana tras años arrastrando pérdidas.

El Corte Inglés afronta así un recorte que, según fuentes financieras, era “necesario”. No en vano muchos empresarios del sector apodan a la compañía “el Ministerio” por la cantidad de personal y duplicidades existentes. Lo hace después de solicitar un informe a la consultora AT Kearney, que en antes de la pandemia recomendó la salida de 1.500 empleados. Con la Covid-19, la venta online se disparó, con el consecuente incremento del número de afectados.

Además, desde 2019 la empresa trasladó a personal de oficinas a las tiendas. Como informó Economía Digital en su momento, se invitaba al cambio de destino a trabajadores de áreas tan distintas como el departamento de compras o la división de diseño, con tareas habituales muy distintas a la atención al público que se requiere en los centros comerciales.

Marta Álvarez, presidenta de El Corte Inglés, en la junta de accionistas de la compañía. Imagen: El Corte Inglés

Con el estallido de la pandemia, la tendencia se mantuvo, pero los empleados golpeados por los traslados pasaron a apoyar la venta online de los grandes almacenes. En octubre, por ejemplo, se oficializó la recolocación de 139 personas que desempeñaban sus funciones en las oficinas. “La modificación se realiza para atender a las necesidades derivadas del incremento exponencial de la actividad del call center de la división de venta a distancia ubicada en el edificio de la calle Alfonso Gómez (Madrid)”, explicaron los sindicatos.

La experiencia de El Corte Inglés

El plan de Marta Álvarez es el segundo gran plan de ajuste de la historia reciente de El Corte Inglés. En 2016, todavía con Dimas Gimeno al mando, la compañía aprobó un paquete de 1.340 bajas incentivadas con gran aceptación entre la plantilla. Entonces el objetivo era rejuvenecer la plantilla, por lo que el plan se destinó a mayores de 58 años, con más de 15 años en la empresa y 35 cotizados.

Ahora podría repetirse el mismo camino. Más después de que Comisiones Obreras pidiera en otoño un ajuste similar. “Si en el año 2016 fuimos capaces, desde CCOO consideramos que ahora también es el momento de abordarlo en el marco de la interlocución entre la empresa y los sindicatos. Un Acuerdo Intergeneracional donde todos ganaríamos, la empresa, los que se fueran, los que nos quedaremos, los clientes y la sociedad”, dijo en un comunicado. 

Carles Huguet

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp