El Corte Inglés cierra el ERE con un excedente de adhesiones que supera el 20%
Los grandes almacenes estudiarán ahora las peticiones recibidas. Tienen un mes para contestar a los interesados
El Corte Inglés zanjó el pasado viernes el periodo de adscripción voluntaria al expediente de regulación de empleo (ERE) puesto en marcha a finales de febrero. La compañía buscaba 3.292 voluntarios para que se adhirieran al plan de despidos y tras contabilizar las peticiones durante el fin de semana este lunes hizo público que superó las expectativas por encima del 20%. No obstante, durante todo el proceso hubo denuncias de presiones a trabajadores para que se acogieran a las bajas.
Los grandes almacenes se felicitaron en un comunicado por el éxito de la convocatoria. En una nota conjunta emitida por los cuatro sindicatos (UGT, CCOO, Fasga y Fetico), el comité de empresa señaló que se habían recibido 4.312 demandas, lo que superaba el cupo en un 31%.
Ahora, la organización que preside Marta Álvarez debe estudiar las peticiones recibidas. Cuenta con un mes para analizar las solicitudes y comunicar si son aceptadas o no.
Una vez sellada la lista, El Corte Inglés deberá afrontar la reorganización interna necesaria para equilibrar su nueva estructura a las bajas. Según explican las fuentes consultadas, la demanda de voluntarios en centro comerciales superó la oferta. No sucedió lo mismo en las oficinas, donde apenas hubo interesados en el plan de ajuste.
El número de adhesiones aceleró a medida que avanzaba el plazo. A falta de 10 días, apenas había un 54% de voluntarios mientras que el pasado lunes la organización ya informó al comité de empresa de que el 86% de las plazas ya estaban cubiertas.
En la búsqueda de voluntarios para cumplir los objetivos, algunos directivos El Corte Inglés recurrieron a amenazas y presiones, denuncian varios trabajadores. Desde “sobra uno de los nueve que sois en el departamento” a “espero que solicites tu salida voluntaria” o incluso “ya te irás como forzoso”, fueron algunas de las frases que se escucharon a lo largo de las últimas semanas.
Los sindicatos garantizan que los traslados con los que amenazan algunos dirigentes al personal no se producirán
Como explicó este medio, hubo mandos que reunieron a sus equipos para comunicarles el excedente existente en la sección o directamente se les contactó a través del departamento de Recursos Humanos. En los últimos días, varias trabajadoras se pusieron en contacto con Economía Digital para denunciar que la sugerencia de acogerse al ERE fue especialmente agresiva con las mujeres con reducción de jornada.
Pero más allá de la amenaza de llenar el ERE con despidos forzosos, la compañía cuenta con un as bajo la manga a la hora de ejercer presión sobre los empleados que rechacen la propuesta. En el acuerdo del despido colectivo, la compañía logró incluir una cláusula para trasladar o cambiar de funciones a sus asalariados a cambio de un único pago de 5.000 euros.
Fuentes sindicales aseguran que a pesar de que la movilidad haya sido utilizada como presión por algunos mandos intermedios, no se producirán traslados a centros comerciales de otras comunidades. “Todos los cambios que existan se producirán dentro de unos parámetros razonables de cercanía. Lo de los 5.000 euros es una cláusula habitual en este tipo de negociaciones”, aseguran.