Los bancos activan la alerta por la crisis de El Corte Inglés
Las entidades financieras, inquietas por la imagen que proyecta El Corte Inglés a meses de acudir al mercado en búsqueda de dinero
La carpeta de El Corte Inglés ya reposaba en el baúl de los asuntos cerrados de la gran banca. Con la refinanciación de una deuda de 3.650 millones firmada en febrero y un plan estratégico pactado con las entidades, los días de sombra sobre el futuro del gigante de la distribución parecían cosa del pasado. Sin embargo, la batalla por el mando de la compañía ha propiciado que el dossier de la empresa vuelva a estar sobre la mesa en los principales bancos de España.
Fuentes del departamento financiero de El Corte Inglés explican a Economía Digital que en los últimos días se han recibido una retahíla de llamadas de las entidades bancarias sobre el avance del conflicto. La respuesta oficial: “Todo sigue igual, nada afecta al plan acordado en invierno, tranquilidad”.
No obstante, las mismas voces asumen las incertezas que genera la guerra entre el presidente, Dimas Gimeno, y sus primas Marta y Cristina Álvarez. También es cierto que el panorama financiero está despejado en los próximos meses y que, por lo tanto, no se presentan importantes vencimientos de deuda que alarmen a la división. “Ahí está el matiz, gracias a la firma de la refinanciación, la alerta no se ha convertido en alarma”, añaden.
Las entidades implicadas en un primer momento fueron Banco Santander, Goldman Sachs y Bank of America Merrill Lynch. Semanas después entraron Caixabank, BNP Paribas, Banc Sabadell, Crédit Agricole, Crédit Suisse, Société Générale, UniCredit, Bankia, BBVA y Deutsche Bank en un escalón inferior.
El Corte Inglés aplaza sine die una emisión de bonos por valor de 1.200 millones
A pesar del colchón del acuerdo con la banca, el desorden interno sí minará el interés de nuevos socios, lo que preocupa a la banca. Como avanzó el lunes Cinco Días, la prevista emisión de bonos para pagar un crédito puente de 1.200 millones de euros queda ahora aplazada. Con el lío interno que hay no es el mejor momento para acudir al mercado.
Así, la venta de deuda se posterga sine die. Queda en el aire si alcanzará los 1.200 millones necesarios o se abordarán alternativas como la venta de activos que también se manejó durante las conversaciones con la banca. En la línea de salida, El Corte Inglés tiene 13 centros comerciales calificados como “no estratégicos” y valorados en casi 400 millones de euros.
Pero como mas tiempo pase, más caro será el crédito. Cada tres meses los intereses suben, por lo que a la empresa española le interesa quitárselo de encima lo antes posible. Y a los bancos les interesa que lo haga.
Tras la emisión de bonos, El Corte Inglés barajaba su salida a bolsa para 2019
Y si 2018 era el año marcado por la emisión de bonos en el calendario pactado entre banca y compañía, en 2019 aguardaba una previsible salida a bolsa. “Era el momento ideal tras cerrar una operación como la emisión. Las firmas internacionales ya nos conocerían y todo sería mucho más fácil”, lamentan.
Ahora el asalto en los parqués depende de la suerte de Dimas Gimeno, el gran valedor del movimiento. “Tanto el plan estratégico como el financiero y el comercial quedan tocados”, asumen. Y aunque el devenir de los hechos no vire la estrategia, de no solucionar la estrategia antes del verano, los timings saltarían por los aires. “Aún tenemos la esperanza de salvarlo en junio y poder avanzar según lo previsto”, auguran fuentes internas.
El 30 de mayo, la próxima fecha clave en El Corte Inglés
El próximo asalto de la batalla entre Gimeno y sus primas será el 30 de mayo en un consejo en el que, en principio, sólo se deberían aprobar las cuentas de 2017. No obstante, la actividad de la cúpula se ha reducido a la mínima expresión desde el estallido del conflicto y como explicó el lunes Economía Digital, las diversas ramas familiares trabajan hasta en edificios distintos con tal de evitar verse las caras.
La siguiente opción será la convocatoria de un consejo extraordinario para abordar el cese del presidente y dejar el mando en manos de Marta Álvarez. Los movimientos en el tablero, eso sí, deberán abordarse antes de la próxima junta general de accionistas, prevista para finales de agosto. El enfrentamiento es desigual.