El Corte Inglés aparca el lanzamiento de su criptomoneda hasta que Europa regule el sector
Los grandes almacenes mantienen su apuesta por la tecnología blockchain, pero esperarán a que Europa regule las criptomonedas para adentrarse en este mundo
El aterrizaje de El Corte Inglés en el negocio de las criptomonedas serás más tímido de lo que se esperaba en un primer momento. La compañía diseñó un plan de máximos que contemplaba incluso el lanzamiento de su propia criptomoneda, pero los últimos vaivenes del sector y la salida de su consejero delegado, Víctor del Pozo, provocaron que la hoja de ruta quede en entredicho. Se avanzará en la tecnología blockchain aunque sacar al mercado un token propio quede para una segunda fase, una vez Europa dicte las reglas de juego de la industria.
El Corte Inglés se puso en manos de la consultora Deloitte para plantear su asalto al negocio cripto. Incluso registró el nombre Bitcor para denominar así a su moneda. Pero con el paso de los meses, los grandes almacenes descafeinaron su ofensiva. Ahora mismo todavía no se piensa ni en sacar su propia moneda ni en ofrecer un exchange en el que los clientes puedan hacer negocio con ellas.
Las fuentes consultadas por Economía Digital señalan que siempre hubo voces en la empresa que apuntaron el coste reputacional que podía tener para ellos un intento fallido de entrar en este negocio, todavía por asentar. Por ello, se esperará a que la Comisión Europa dictamine un marco claro para este sector, algo en lo que ya está trabajando.
Mientras, la compañía que preside Marta Álvarez no pierde el tiempo. De la mano de la consultora quiere descubrir iniciativas blockchain con las que mejorar su negocio. Descentralizar la organización es una de las ventajas detectadas de esta tecnología con la que la cúpula de la empresa cree que puede obtener réditos.
Sin embargo, en las últimas semanas se sumó un segundo factor de incertidumbre al proyecto cripto de El Corte Inglés. Uno de los grandes defensores de la tecnología era Víctor del Pozo, exconsejero delegado, que abandonó la organización la última semana de marzo. Todavía están en fase de aterrizaje sus sustitutos: Santiago Bau, que se encargará del área corporativa, y José María Folache, centrado en el negocio retail.
Será Bau el encargado de pilotar la diversificación de los grandes almacenes. Por lo tanto, la entrada en el negocio de las criptomonedas quedará en su área de influencia. Se desconoce la sensibilidad del directivo en una industria que a muchos altos directivos, sobre todo de la vieja escula, genera urticaria.
El poder real lo mantiene Marta Álvarez
Decidirá eso sí la presidenta, Marta Álvarez, que controla el accionariado a través de la Fundación Ramón Areces y su patrimonial, Cartera de Valores IASA. Con el cese del consejero delegado, la dirigente acumula todavía más poder. Aunque oficialmente no tenía funciones ejecutivas, nadie en la compañía duda en señalar que hasta ahora Marta Álvarez ejercía su poder en el día a día. Decidía y mandaba, especialmente en la división de retail, aunque contaba con un contrapeso como Víctor del Pozo.
La heredera de Isidoro Álvarez es a partir de ahora la presidenta de la comisión ejecutiva que gobernará El Corte Inglés. De este modo, en el seno de la organización descartan que se busque un consejero delegado que vuelva a gestionar el negocio ordinario de la empresa. Será la nueva comisión encabezada por Marta Álvarez, que ya añadirá funciones ejecutivas a su papel de manera oficial.
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La nueva comisión será así el máximo organismo ejecutivo de los grandes almacenes. Además de por la presidenta y Bau estará compuesta por el secretario del Consejo de Administración y hombre de máxima confianza de las hermanas Álvarez, José Ramón de Hoces; el exBBVA Javier Rodríguez-Arias, que ha sido nombrado nuevo consejero por coptación; y José María Folache, que se reincorpora al equipo directivo de El Corte Inglés. Todos del círculo de la dirigente.