Alarma ante la mayor caída en la demanda del petróleo desde 2019, cuando el mundo afrontaba la crisis financiera global. Tanto la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) como la Agencia Internacional de la Energía (AIE) han avisado este jueves que el brote del coronavirus chino está lastrando el consumo de combustibles fósiles de forma que su impacto será inevitable en las cuentas anuales.
Primero fue la OPEP, que informó de que el crecimiento del consumo de petróleo en 2020 será un 19% menos de lo calculado hasta ahora. El grupo energético no ha dejado lugar a las dudas: «la principal razón» de esta caída en la demanda del petróleo es «el brote del coronavirus y su esperado impacto en la demanda de petróleo de China y, por extensión, del mundo«, reza el informe presentado en Viena.
La previsión del consumo mundial de crudo para 2020 es ahora de 100,73 millones de barriles diarios, 230.000 barriles diarios menos que la estimación de enero. La demanda china, uno de los principales consumidores de petróleo, será en el primer semestre unos 200.000 barriles menos de lo esperado hasta ahora. El comité técnico de la OPEP ha recomendado recortes de producción durante la segunda mitad del año.
Demanda «duramente golpeada»
Por su parte, la AIE ha afirmado que la demanda global de petróleo ha sido «duramente golpeada» por el brote del coronavirus. «Las consecuencias variarán según pase el tiempo, con un impacto inicial en los transportes y los servicios, probablemente seguido por la industria china y finalmente por las exportaciones y la economía en su conjunto», ha augurado la agencia dependiente de la OCDE.
Las previsiones de la AIE ha revelado previsiones mucho más pesimistas que las de la OPEP. El organismo calcula que la demanda de crudo caerá en el primer trimestre en 435.000 barriles diarios respecto al mismo periodo de 2019, y que el crecimiento en todo el año será solo de 825.000 barriles diarios, 365.000 menos de lo previsto. Se trataría, además, del menor aumento en el consumo desde 2011.
Este sería el primer descenso trimestral desde la segunda mitad de 2009, en plena crisis financiera global. No obstante, se espera una normalización en el tercer trimestre de este año, «probablemente beneficiada por las medidas de estímulo económico de China». Por ahora, el tráfico de vuelos internacionales a China ha caída un 70% y los vuelos nacionales un 50%, y eso sin duda tendrá efectos sobre el consumo de petróleo.