El comercio abre una nueva guerra entre Foment y Pimec
La patronal de pymes ve con desconfianza la creación de una nueva organización que sustituya a la quebrada CCC
La guerra patronal que vive Cataluña tiene un nuevo frente, que se adivina potente: el comercio. La caída de la Confederació de Comerç de Catalunya (CCC) ha impulsado la competencia en el sector. Varios gremios de la CCC se han ido a Pimec y, para parar la sangría, Foment quiere crear Fepime Comerç. Desde Pimec, este intento se ve con desconfianza.
Como adelantó Economía Digital, este viernes Foment y Fepime se reúnen con los principales gremios del comercio y las territoriales de la CCC, para crear Fepime Comerç. El objetivo, además de retener la potencia de la Confederació en el sector, es volver a tener representatividad en la Confederación Española de Comercio, que reparte los fondos para formación.
Desde Pimec, primera patronal de Cataluña en el ámbito del comercio, se ve hasta cierto punto normal que Foment quiera retener a los gremios del sector, aunque apuntan que tampoco lo necesita, ya que tienen al Consell de Gremis, que hace una función parecida. Lo que cuestiona la patronal catalana de pymes es la fórmula y las motivaciones de la patronal que preside Joaquim Gay de Montellà.
«Nos duele que sea para aprovechar las subvenciones de formación. Una patronal tiene que defender a sus representados, no puede vivir de las subvenciones», valoró Àlex Goñi, presidente de Pimec Comerç. «Claro que hay que hacer formación, pero bien hecha», agregó.
Duda de su legitimidad
Pimec tampoco tiene clara la legitimidad de la fórmula utilizada por Foment para sustituir a la CCC, ya que si son los mismos gremios y territoriales, puede generar dudas legales. «Si esto va a Fiscalía, a ver qué dice», dijo Goñi a Economía Digital. «La verdad es que nos preocupa, porque al final quien sufren son los comerciantes», añadió.
Àlex Goñi explicó que «no es tan fácil hacer una patronal». «No sólo necesitas a los gremios. También necesitas a mucha gente y mucha fuerza en el territorio». La CCC tenía esta fuerza, aunque la presencia de Pimec Comerç ya la supera, con nueve delegaciones y 41.000 socios.
La división de comercio de Pimec está aprovechando la caída de la Confederació de Comerç: ya ha captado a varios de sus antiguos socios, como el Gremio de Carniceros de Barcelona o el Gremio de Comerciantes de Bicicletas de Barcelona. «Y vendrán más», aventuró Goñi.
La caída de la CCC
La Confederació de Comerç de Catalunya presentó concurso de acreedores en septiembre con un agujero de unos 5 millones de euros y sin posibilidades, ni intenciones, de salvarse. El administrador concursal está analizando las actuaciones de sus dirigentes, desde el cesado Miquel Àngel Fraile hasta su última presidenta, Rosa Eritja, aunque en su primer informe ya advierte indicios de delito.
El liquidador de la CCC cree que Fraile y la organización crearon una estructura piramidal con los fondos para la formación, que cuando las subvenciones bajaron por la crisis, cayó como un castillo de naipes. La CCC retenía parte del dinero en vez de pagarlo a los centros de formación, pero estos fondos, 1,6 millones, han desaparecido.