El ‘caso Urdangarín’ echa a la infanta Cristina del Godó
La Casa Real excusa la presencia de la hija del Rey, que ha presidido la entrega de premios en los últimos años, en pleno juicio contra el Duque de Palma. El Conde de Godó interpreta la decisión en el marco de enfriamiento de las relaciones con Juan Carlos I y no como una consecuencia del proceso judicial
Los organizadores del trofeo de tenis Conde de Godó, una de las citas deportivas por excelencia de la burguesía barcelonesa, tendrán que buscar un sustituto para la infanta Cristina. Este año, la hija del Rey no presidirá la entrega de premios tras la final, como ha sido habitual en las últimas ediciones.
La Casa del Rey ha rechazado, sin más, la invitación del Conde de Godó, que no ha ocultado el malestar que le ha ocasionado la decisión, a pesar de las derivas del caso Urdangarín. En las últimas ediciones, Cristina de Borbón y el presidente de Banc Sabadell, Josep Oliu, se encargaban de entregar los trofeos. El banco catalán, con las principales familias empresariales catalanas como accionistas, se mantiene como principal patrocinador de la cita.
La agenda de la Infanta no incluye ningún viaje a Barcelona durante abril y la Casa del Rey ya ha confirmado al Conde de Godó –amigo personal de Juan Carlos I– que ningún miembro de la familia real acudirá al torneo, que alcanza la 60ª edición. La decisión ha caído como un jarro de agua fría en la zona noble del grupo Godó, entorno habitual de trabajo del Conde y editor de La Vanguardia, ya que la posibilidad de que otra figura próxima a Juan Carlos I presida la final también está descartada, por el momento.
Suma y sigue
Para Godó el plante real, es el suma y sigue que se añade a la suspensión de un viaje a Barcelona en noviembre del Rey, con cita incluida, y al hecho de que el diario barcelonés ya no esté en la lista preferente de medios de Zarzuela, que filtró a El País y a El Mundo el encuentro empresarial del Rey con 17 grandes empresarios.
La agenda pública de los duques de Palma se ha reducido notablemente desde que fue desvinculada de la Casa Real –compuesta sólo por los reyes y los príncipes de Asturias–. Las sospechas de que Urdangarín haya cometido delitos contra Hacienda a través de la trama de empresas del instituto Nóos, han dinamitado la confianza del Rey en su yerno, que tomó la decisión de desvincular a los duques de cualquier representatividad. En este contexto, la Infanta no podrá participar en el torneo, como en otros actos públicos, y permanecerá en Estados Unidos hasta que se esclarezca el caso.