El caos financiero de DIA se traslada a las tiendas
Los responsables de los establecimientos denuncian retrasos en las reparaciones de maquinarias y falta de mantenimiento
Las tiendas de DIA comienzan a sufrir las primeras consecuencias del caos financiero y el momento crítico que atraviesa la cadena de supermercados. Las restricciones de dinero ya han bajado hasta la red de tiendas y los supermercados comienzan a sufrir problemas de mantenimiento y retraso en las reparaciones.
Hasta ahora, las tensiones en tesorería no han llegado a suponer un desabastecimiento masivo de productos (como ocurrió con las tiendas Eroski en su momento más crítico hace algunos años), pero DIA ha comenzado a frenar las reparaciones y el mantenimiento de su red de tiendas, según denuncian los franquiciados que, hasta ahora, han sido atendidos por la empresa sin demoras con los equipamientos dañados.
Los franquiciados explican que la cadena se comprometió, por contrato, a reparar la maquinaria en menos de tres días. Pero desde la caída en bolsa, el cese de la cúpula y las tensiones en tesorería, la situación ha cambiado.
“Llevo varias semanas con las neveras dañadas y no obtengo respuesta de la empresa. Nosotros no somos responsables del mantenimiento. Sólo me dan largas y excusas, algo que antes no ocurría”, explica el franquiciado de un supermercado DIA.
DIA ha pasado en cinco años de ser una de las empresas del Ibex sin endeudamiento a tener una deuda con los bancos de más de 1.500 millones de euros, imposible de asumir en las condiciones financieras actuales.
La cadena de supermercados se encuentra en pleno proceso de reconstrucción de su cúpula directiva tras el despido del consejero delegado Ricardo Currás, el director financiero Amando Sánchez y la salida forzada de la directora de comunicación, Nieves Álvarez. La empresa podría proponer a Jaime García-Legaz, exsecretario de Estado de Comercio, como próximo presidente no ejecutivo, según ha publicado El Confidencial.
Nuevas cláusulas polémicas
DIA se encuentra en proceso de renovación de maquinarias y mobiliario en todas las tiendas dentro de la transformación estratégica que la compañía emprendió para lanzar el concepto DIA & Go. Con el nuevo modelo de tienda, DIA dejó de lado la imagen de supermercado de bajo coste y comida barata y de escasa calidad para relanzar tiendas más modernas con mayor surtido de marca y bocadillos, platos preparados, zumos y café recién hechos.
El elevado coste de la transformación está siendo asumido por la empresa en sus tiendas propias pero ha obligado a los franquiciados a correr con los gastos de transformación de las tiendas bajo la modalidad de franquicia. La compañía está obligando a los franquiciados a pagar cánones que hasta ahora no habían asumido para obtener ingresos adicionales.
Debido a que los nuevos equipos y máquinas de los supermercados tienen un menor consumo de electricidad, ahora la cadena ha comenzado a exigir un canon por ahorro energético a los franquiciados que han cambiado los equipos a través de préstamos bancarios. Se trata de un impuesto al franquiciado que compra a crédito, equipos más eficientes y de menor consumo.
“Es algo que no había escuchado nunca. Creemos que la empresa está intentando sacar dinero de todas partes, incluso por conceptos tan absurdos e injustos como éste”, explica otro franquiciado de DIA.