El ‘autoservicio’ en El Corte Inglés genera el temor a una ola de despidos
La compañía reformula las secciones de música, películas y libros para facilitar las compras a los clientes 'autosuficientes'. Los sindicatos minoritarios, UGT y CCOO, creen que la nueva política abre la puerta al despido de dependientes
La reestructuración de la sección de ocio de El Corte Inglés, enfocada hacia el autoservicio y a la menor intervención de los dependientes, ha comenzado a generar inquietud entre los sindicatos que avizoran una nueva política de ventas que haga menos necesarios a los vendedores.
La compañía ha instalado más cajas y ha modificado la cartelería para guiar a los consumidores que no requieren ayuda en sus compras y que, por tanto, pueden prescindir de la ayuda de los dependientes en las secciones de discos, películas, libros y papelería. El cambio es el inicio de una política de reducción de personal, según la opinión de UGT y CCOO, sindicatos minoritarios, una percepción que rechaza de forma rotunda la compañía.
Fuentes de la empresa aseguran que se mantendrán los dependientes en las zonas de ocio, a pesar de los cambios que facilitan el autoservicio y, por tanto, una venta más impersonal. “El plan de la empresa, acordado con los sindicatos amarillos (Fasga y Fetico, autóctonos de El Corte Inglés), fija unos planes de negocio con los que se trasladará a los trabajadores de esas secciones a otras”, explica Rafael Peinado, de CCOO.
En Catalunya, la empresa ha prescindido de personal en las secciones de papelería y comida para animales de algunos centros, dos áreas que no son especialmente productivas, según Óscar López, de UGT. El sindicato está convencido de que la compañía prepara un profundo plan de reestrucutación para eliminar una buena cantidad de puestos de trabajos.
Últimos despidos
Los miembros de CCOO organizaron a finales de año una protesta en un centro de la calle de Ayala, en Madrid, para denunciar el despido de dos sindicalistas de esa tienda y rechazar la política de despidos selectivos que –según ellos– lleva a cabo la compañía para reducir los costes laborales. Los sindicalistas aseguran que la empresa ha reducido al mínimo la contratación temporal y que la plantilla es cada vez más ajustada.