El automóvil señala su modelo a seguir: el Madrid de Almeida
Tras sus repetidas quejas contra el Gobierno socialista, la patronal Anfac se entrega al proyecto Madrid 360 impulsado por el consistorio popular
La industria del automóvil aprovechó en los últimos meses cada ocasión que tuvo para cargar contra los planes que el Ejecutivo de Pedro Sánchez tenía para el sector. El veto de los vehículos de combustión para 2040 y la falta de ayudas al coche eléctrico pusieron en pie de guerra a la patronal, que ahora señala su modelo a seguir. El proyecto de Madrid 360 que impulsa el consistorio popular se llevó este lunes los elogios
En un comunicado, Anfac celebró el “plan transversal” ideado por José Luiz Martínez-Almeida, que rebaja las restricciones para acceder a Madrid Central, permitiendo la entrada a automóviles C con dos o más ocupantes. A cambio, la legislación prohibirá, a partir de 2025, circular a los coches más contaminantes –sin etiqueta— por toda la ciudad.
Pero a la prohibición progresiva de la circulación para algunos vehículos se suma otra otra de las demandas que los fabricantes persiguen desde hace tiempo: un plan de ayudas de 50 millones de euros anuales para la renovación del parque de coches.
El vicepresidente de Anfac, Mario Armero celebra que se trate del “primer plan estructural de España, estable en el tiempo, que se enfoca en mejorar la calidad del aire y fomenta una movilidad inteligente, accesible y asequible”. Los elogios también se dirigen al “plan de renovación basado en el etiquetado energético de la DGT”.
Madrid se une al País Vasco como las regiones con políticas que estimulan la compra de coches
La capital fue el principal foco del negocio para las marcas. Aglutinó el 38% de las matriculaciones durante los ocho primeros meses del año y la caída fue de la mitad –4,6% frente al 9,2%– que la de la media española. Además, la región concentra la gran mayoría de vehículos eléctricos que adquieren los españoles.
La asociación de fabricantes tampoco perdió la oportunidad para celebrar el plan de achatarramiento de coches, una de sus medidas favoritas, pues da ayudas a los conductores para renovar su vehículo. “Alejará a los turismos más viejos de las calles definitivamente. Es muy adecuado que se vaya a mantener estable durante varios años porque permite planificar y evita las distorsiones del mercado.
El elogio de Anfac añade Madrid a los territorios preferidos por la agrupación. Hasta ahora, el País Vasco era la Comunidad Autónoma señalada gracias a un plan de achatarramiento que hizo crecer el mercado de particulares –aunque las ventas globales cayeron el 2,9% en el primer cuatrimestre–. En cambio, Baleares es el foco de las críticas por su intención de prohibir la entrada de vehículos diésel en 2025 y de gasolina para 2035.
El contraste con Pedro Sánchez
A diferencia de los piropos a Almeida, Anfac siempre fue muy crítica con Pedro Sánchez. En primavera, el presidente de la patronal, José Vicente de los Mozos, lamentaba en una conversación con Economía Digital que España “no era amigable” para la industria de la automoción. El principal blanco de las críticas era la intención de prohibir la matriculación y venta de vehículos diésel y de gasolina para el próximo 2040. Ya en noviembre, la asociación ya lamentó que el proyecto del Gobierno iba «contra el principio de neutralidad tecnológica defendido al máximo por la Unión Europea«.
En las mismas tesis se posicionó Carlos Tavares, director ejecutivo de PSA, en el pasado Salón del Automóvil de Ginebra. “Es triste ver la posición tan extrema que tiene el Ejecutivo por unas razones que no se pueden entender”, dijo en un encuentro con medios de comunicación.
“La incertidumbre del comprador respecto a qué tecnología elegir al cambiar de coche y el periodo electoral volvieron a lastrar las ventas a particulares”, razonaba hace semanas Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, la patronal de concesionarios. La receta es clara: “La cosa va a ser muy difícil de levantar si no se ponen en marcha planes de estímulo que den seguridad y confianza a los clientes”, añadía su homóloga en Anfac, Noemi Navas.
«Es necesario un pacto de Estado sobre el automóvil», pide repetidamente De los Mozos. Y el acuerdo está verde: «en el mejor de los casos el sector se mantendrá en 2019 después de un mal 2018», añade. Y como para casi todo, hace falta dinero. Reino Unido y Francia tienen planes que rondan los 1.000 millones de euros para impulsar los automóviles alternativos. «España sólo ha dedicado 74,5 millones a estos planes en cinco años», compara la patronal.