El automóvil disecciona todo lo que no funciona del coche eléctrico
“Mientras un trayecto entre Madrid y Cádiz dure 25 horas, el coche eléctrico no será una realidad”, advierte Anfac
En un sector tan cambiante como el del automóvil, hablar de “verdades” puede resultar presuntuoso. La patronal Anfac y los fabricantes Volkswagen y Seat tratan de hacerlo, y más allá de los distintos posicionamientos –más o menos fijados por las multas de la legislación europea–, una frase sobresale por encima de todos los argumentos: “mientras un trayecto entre Madrid y Cádiz dure 25 horas, el coche eléctrico no será una realidad”.
La máxima es de Mario Armero, todavía vicepresidente de la patronal Anfac. Esconde una denuncia ante la administración: “Las energéticas y las instituciones deben implicarse con incentivos al vehículo de cero emisiones y la interoperabilidad entre suministradores”. Y añade: “Si en 2030 se quiere vender un 30% de la flota eléctrica hacen falta 200.000 puntos de carga y 1.000 millones de inversión pública”.
El porcentaje no es baladí. Y bien lo sabe Volkswagen. El presidente de la filial española del fabricante, Francisco Pérez, lo tiene asumido: “Sin entre el 20% y el 30% de las ventas eléctricas es imposible cumplir con los requisitos impuestos por la ley europea de emisiones”. Lo mismo admite Seat. “El año que viene cambia todo en el sector, y fabricar coches como el Seat Mii –un perfil de automóvil que no haríamos—nos sirve lo mismo que 94 vehículos que emitan 94 gramos de CO2”, explicaba su presidente, Luca de Meo, en el último salón del automóvil de Frankfurt.
Si la ley europea es clara, el batiburrillo español no satisface a los fabricantes. “Necesitamos unidad nacional, no puede ser que la ley de cambio climático de La Rioja y Navarra sean diferentes”, lamenta Armero. A lo que se suman desde Volkswagen: “No es manejable tener 53 planes de calidad del aire”.
Pérez también dispara contra la legislación con datos en la mano. “Nos creemos cosas que no son verdad; por ejemplo, los coches nuevos emiten un 97% menos de NOx y un 30% menos de CO2 que los antiguos, es ciencia no ideología”, argumenta.
¿Dónde están los cargadores?
El presidente del grupo PSA y de ACEA –la asociación europea de fabricantes de automóviles–, Carlos Tavares, fue claro durante el salón de Frankfurt con la necesidad de inversión para el triunfo del coche de cero emisiones. «Sin una red de puntos de recarga lo suficientemente densa, el vehículo eléctrico no triunfará». La cifra: 2,8 millones de cargadores para el próximo 2030.
El ejecutivo portugués lamentó que a finales de 2018 existieran menos de 145.000 puntos de recarga en toda la Unión Europea, una institución que presiona a los fabricantes con multas de no cumplir con una reducción de emisiones. «La cifra se ha multiplicado por tres en cinco años, pero todavía está muy lejos de los al menos 2,8 millones de puntos que se requerirán para 2030», comparó.
Para ello, Tavares exigió una visión global de la situación, no limitada a la automoción. «No hablamos de transporte, hablamos de movilidad», explicó. Un plan que debe afectar también a la industria eléctrica, las administraciones públicas e incluso el urbanismo de las ciudades,
«Debemos plantear una estrategia coordinada, no sólo pensar en el lanzamiento de coches que contaminen menos», advirtió. Y añadió: «Toda la industria del continente está comprometida con una nueva movilidad de cero emisiones».