El acoso franquiciador de DIA dispara la entrada de fondos especuladores
Los oportunistas han pasado del 0,26% al 13% del capital en cinco años de polÃticas agresivas contra los franquiciados
Los fondos especuladores internacionales han entrado en masa en los supermercados DIA en los últimos cinco años en los que se ha duplicado el número de franquicias en España y se ha recrudecido el conflicto con los franquiciados que acusan a la cadena de exprimirlos hasta hacerlos quebrar. Mientras más franquiciados se unen a la red, más fondos sobrevuelan en círculo sobre DIA.
En 2011, los inversores que buscaban ganancias inmediatas apenas representaban el 0,26% de la compañía. Pero tras una política que ha expandido el modelo de franquicias, los fondos oportunistas se han disparado hasta el 13% del capital al cierre del mes pasado, según los datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El doble de franquicias en 5 años
El interés de los fondos oportunistas llega en un momento en que la cadena de supermercados acumula los cadáveres empresariales de sus franquicias quebradas. Con los emprendedores que se han animado a abrir tiendas afloran cada vez nuevos conflictos.
El último de ellos es la doble facturación de IVA que DIA les cobra por concepto de alquiler, recibos de agua y luz, según ha denunciado un grupo de exfranquiciados a este diario. En 2011, DIA contaba con 1.075 franquicias en España. Este año, la cadena ha anunciado que ha alcanzado las 2.000. El peso de las franquicias ha pasado desde el 30% hasta el 40% en el mismo período, lo que demuestra el interés de DIA por tener, porcentualmente, cada vez más franquiciados y menos tiendas propias.
La inversión en DIA está dominada por el fondo inglés Baillie Gifford, los americanos Black Creek y Blackrock, y el francés Citadel. Hasta el 2011, Carrefour llevaba el control de la compañía, pero desde que la empresa entró en bolsa, el resultado cortoplacista se ha impuesto.
Decenas de exfranquiciados de DIA mantienen una guerra judicial contra la empresa por un modelo de negocio que los condena a la ruina, según han denunciado en los tribunales. Hasta ahora, una exfranquiciada de Lleida ha ganado el primer juicio contra DIA, ya que la compañía le vendía comida caducada y en mal estado, lo que la llevó a sufrir pérdidas, tal como ha publicado este diario.
Últimos dos conflictos: doble IVA y camioneros
Las quejas, cada vez más variadas, ya desbordan a la compañía. Ahora un grupo de franquiciados acumula documentos y facturas para intentar probar ante los tribunales que DIA les cobraba dos veces el IVA en sus facturas de alquiler, agua y luz.
«Nunca nos daban las facturas originales. Ellos recibían las facturas de la compañías de agua y luz. Y sobre el total de la factura, nos volvían a cobrar el IVA del 21%. Es decir, pagábamos dos veces el impuesto», explica Caridad Benítez, una exfranquiciada de Alicante que se ha querellado contra la cadena.
DIA abrió su primera franquicia en 1989 pero no fue hasta 2011, fecha en que Carrefour la abandona, cuando la compañía comienza una deriva en la que intenta expandirse cada vez con mayor fuerza a costa de franquiciados. Para ello, lanza ofertas cada vez más agresivas de leche, aceite, pollo y conejo con promociones que deben ser asumidas por los franquiciados, según han denunciado a los tribunales.
Ahora, un grupo de camioneros también prepara una demanda contra DIA por incumplimiento en los pagos. «Se trata de un grupo de excamioneros en Cataluña. Reclaman que DIA no les pagaba los pluses de los viajes. En algún caso, la deuda supera los 100.000 euros», explica el abogado Diego De Haro.
El responsable de las franquicias de DIA en España es Santiago Páramo Hernández, director nacional de Franquicias desde 2009, pero el directivo que gestiona el esquema del que se quejan los franquiciados afectados es Miguel Guinea Valle, que ha sido director de Expansión y que ocupa desde 2014 el cargo de director de Operaciones.
Los franquiciados afectados por DIA se encuentran por toda España y avanzan en su proceso de organización. Todos coinciden en lo mismo: la cadena hace ofertas agresivas a su costa y les endosa producto en mal estado o a punto de caducar para que sean ellos, y no la empresa, quienes asuman las pérdidas. Pero desde DIA han negado todo el conflicto.
Su consejero delegado, Ricardo Currás, resta importancia a las quejas y asegura que la empresa es sólida y honesta. Y mientras intenta convencer de ello al mercado, los fondos oportunistas siguen sobrevolando en círculo sobre DIA.