El acelerador de partículas del Hospital del Mar ya tiene dueño
El juez decreta que la Fundació Privada Institut d'Alta Tecnologia PRBB, en concurso de acreedores, es el propietario legítimo del activo
El juzgado de lo mercantil número 6 de Barcelona ha decidido que la Fundació Privada Institut d’Alta Tecnologia PRBB sea la propietaria del acelerador de partículas del Hospital del Mar. El magistrado Francisco Javier Fernández Álvarez ha declarado nulo el contrato de cesión de la unidad productiva que firmó la fundación con la compañía Centre d’Imatge Molecular (el grupo radiológico CRC) en enero de 2008.
“Se acuerda la restitución de las prestaciones objeto de dicho contrato, con sus frutos e intereses”, afirma el juez en una sentencia dictada el pasado 12 de noviembre a la que ha tenido acceso Economía Digital. Es decir, recuperan el control del acelerador de partículas que hay en Barcelona (el ciclotrón usa la misma tecnología que el CERN de Ginebra o el Sincrotrón ALBA de la UAB, pero tiene un tamaño más pequeño) y los 15 investigadores que trabajan en él por “fraude de acreedores”.
Firmantes sin poderes
Fernández Álvarez estima la “ausencia de facultades bastantes de la persona que suscribió el contrato aludido, en representación de la Fundación”. Firmaron Carlos Sanpons y, en nombre de CRC, Norberto Galindo. Ambas compañías están tan relacionadas entre si que Sampons y Galiendo eran, en ese momento, patronos de la fundación por CRC-Mar, la sociedad del grupo de radiología que trabajaba en el hospital de la playa de la Barceloneta.
El magistrado también afirma en su sentencia que el pacto no se ratificó de la forma correcta por los patronos de la fundación.
Concursos de acreedores
La fundación y CRC están en concurso de acreedores. La nulidad del acuerdo de cesión también implica que ha quedado sin efecto “el crédito que pudiera ostentar el adquiriente de la unidad productiva, frente a la concursada [la fundación], como consecuencia de dicha restitución”. CRC pactó pagar casi 6,4 millones de euros en cinco años para quedarse con el acelerador de partículas, aunque fuentes judiciales aseguran que los pagos no se hicieron en el tiempo acordado.
Ahora, la fundación podrá buscar otro comprador para la unidad productiva. Los mismos interlocutores afirman que hay dos investigadores interesados en quedarse con todo el equipo y continuar con la investigación. La fundación invirtió en su día 7,3 millones de euros en poner en marcha el acelerador de partículas y, fuentes conocedoras de la operación, aseguran que se podría vender por un importe parecido.
El ciclotrón que hay en los bajos del Parc de Recerca Biomédica de Barcelona-Hospital del Mar (PRBB), también en la playa de la Barceloneta, es uno de los pocos que existen en Europa. Se puede usar en investigaciones farmacéuticas, ya que permite conocer cómo afectan los principios activos y los medicamentos en desarrollo en las proteínas de forma no invasiva. Es decir, sin usar seres vivos en la investigación. Una fuente de ingresos importantes, aunque el objetivo inicial del acelerador de partículas era investigar con fines no comerciales. Así se estipula en la subvención de 5,8 millones de euros que el Ministerio de Ciencia y Tecnología dio en 2008 a la fundación para adquirirlo.