Dormir en una habitación del gran hotel de El Corte Inglés costará unos 120 euros

La cadena de grandes almacenes convertirá los dos edificios situados en la calle Goya y Conde Peñalver de Madrid en un hotel de cuatro estrellas

Establecimientos de El Corte Inglés ubicados en el barrio Goya. Google Maps.

Establecimientos de El Corte Inglés ubicados en el barrio Salamanca. Google Maps.

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Los primeros detalles acerca de cómo será el hotel que El Corte Inglés quiere poner en marcha en Madrid empiezan a salir a la luz. El establecimiento hotelero, que será el primero gestionado completamente por la cadena de grandes almacenes, será de cuatro estrellas y dispondrá de 113 habitaciones, cuyo precio se situará, según ha estimado la compañía, en torno los 120 euros la noche por cada habitación.

El proyecto está cada vez más cerca de materializarse, después de que esta semana la comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid aprobase el plan especial para convertir los dos edificios en un hotel. Además, se prevé que el pleno del próximo 31 de mayo también vote a favor de este proyecto.

Si bien los edificios se encuentran en buen estado, se prevé llevar a cabo obras de «reestructuración puntual o parcial» y también derruir la edificación ubicada en la zona del patio de la manzana, según ha avanzado el diario El Confidencial. Por su catalogación, la cadena de grandes almacenes debe conservar las fachadas y gran parte de los núcleos de comunicación verticales, y también, restaurar los elementos arquitectónicos protegidos, como los portales.

¿Cómo será el gran hotel de El Corte Inglés?

De la segunda a la sexta planta se ubicarán las habitaciones del establecimiento hotelero, mientras que el sótano y las plantas baja, primera y séptima se destinarán a espacios generales dedicados al servicio del cliente, según ha avanzado el citado diario.

El sótano, no solo acogerá instalaciones como el almacén y los vestuarios del personal, sino que también será el lugar donde se encontrará el gimnasio y el ‘spa’ del hotel, que contarán con una superficie de más de 700 metros cuadrados. Las plantas ubicadas justo debajo de la cubierta del edificio, que dispondrán también de 700 metros cuadrados, se utilizarán para servicios ofrecidos por el establecimiento hotelero e instalaciones propias del inmueble.

Además, el hotel contará con tres piscinas pequeñas «con diferentes temperaturas, cada una de ellas con un volumen aproximado de 10 metros cúbicos». Por este motivo, que según parece, estarán incluidas dentro del spa. Por otro lado, teniendo en cuenta que la normativa fija una plaza de aparcamiento por cada tres habitaciones, en principio, el establecimiento deberá disponer de 38 plazas de aparcamiento.

Revitalizar los edificios

Con esta iniciativa, la compañía presidida por Marta Álvarez se propone revitalizar estos edificios que durante varios años han estado prácticamente vacíos. El edificio ubicado en la calle Goya se construyó en 1920, mientras que el de la calle Conde de Peñalver data de 1915.

Ambos inmuebles eran edificios residenciales, en los cuales la planta baja se dedicaba a establecimientos comerciales y el propietario vivía en la primera planta y alquilaba las demás viviendas del edificio. En consonancia con el resto de edificios de la época propiedad de la burguesía madrileña, en el interior del inmueble hay dos núcleos de comunicación vertical, desdoblados en dos, uno para atender a los propietarios o inquilinos y otro para el servicio.

En los años 70, los dos inmuebles fueron comprados por construcciones inmobiliaria Alcoral, filial de El Corte Inglés, que ahora convertirá en su primer gran hotel.

Incursión en el sector hotelero

El gigante comercial que preside Marta Álvarez impulsó este proyecto en un momento en el que buscaba diversificarse ante la crisis del sector de la distribución por la pandemia de coronavirus y por la alta competencia que llegaba de empresas como Amazon. De esta manera, la compañía aspira a entrar en este nuevo sector ya que, según apuntaron, “se están produciendo fenómenos de hospedaje alternativo que han afectado de forma singular a los residentes tradiciones”.

En este sentido, especificaron que el objetivo de esta operación es «destinar unos edificios completos al uso del hospedaje, edificios que tienen un origen residencial familiar, pero que a través del tiempo se han ido terciarizando, destinando las plantas bajas y plantas primeras al uso comercial, y en buena medida ocupadas las plantas altas por oficinas o despachos profesionales”.

La compañía espera unos ingresos anuales de 2,5M

El presupuesto estimado para llevar a cabo este proyecto es de 5,7 millones de euros. A esta cantidad hay que sumarle un 19% de gastos generales y beneficio industrial, por lo que el coste final será de 6,8 millones de euros.

La firma espera haber rentabilizado esta inversión dentro de 20 años.  Y es que los ingresos anuales esperados ascienden a 2,5 millones, con una tarifa media de 120 euros y una ocupación del 50%.

Por otro lado, se calcula que los servicios ofrecidos por el hotel supongan 4,77 millones de ingresos brutos, a los que habría que descontar casi tres millones de euros de coste de explotación anual. Por lo tanto, el beneficio que espera la compañía es de 1,8 millones, un 37,5% sobre los ingresos brutos.

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