Dídac Ramírez avisa que detrás de los recortes hay un cambio de modelo universitario
El rector de la UB da el visto bueno al esfuerzo económico de la comunidad universitaria siempre y cuando sea una medida coyuntural ante una situación de “emergencia financiera”
Los presupuestos de las universidades públicas catalanas bajarán un 30% en el período 2009-2012. Así lo prevén desde los propios centros, según han informado fuentes conocedoras de sus finanzas a Economía Digital. Una situación que, inevitablemente, acabará afectando a los bolsillos de los estudiantes. El debate sobre el supuesto incremento de las matrículas o tasas universitarias ya se ha iniciado en Madrid y los centros de Catalunya se posicionan: “Aceptamos los recortes si son circunstanciales, por una emergencia financiera; pero no un cambio de modelo que desconfíe de la universidad pública y termine con lo que hemos conseguido”, ha manifestado el rector de la UB y presidente de la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP), Dídac Ramírez.
Y lo que preocupa especialmente es que se siga el ejemplo del Reino Unido. Que el acceso a los centros no esté al alcance de la inmensa mayoría de los bolsillos y la universidad ya no se universal. “El 40% de los titulados superiores catalanes tienen padres con una formación inferior, la cifra más alta de la OCDE”, ha explicado el vicepresidente de la ACUP, Josep Maria Vilalta. Una mejora del nivel de formación de la sociedad catalana que se refleja en el “ascensor social”. Es decir, a tener un empleo más cualificado y un sueldo mejor.
Para definir por dónde se tiene que pasar las tijeras, el rector de la UB ha pedido un “debate profundo que huya de estereotipos” en el Parlamento. “No se puede cargar en los hombros de las universidades la respuesta sobre si se tiene que cambiar el modelo o no, necesitamos un debate parlamentario que vaya más allá y un consenso con todas las fuerzas políticas”.
Los rectores recuerdan que por cada euro que se invierte en los centros se generan 1,88 de beneficios sociales. Una de las magnitudes que se recogen en el primer estudio sobre el Impacto de las universidades públicas catalanas en la sociedad que ha realizado la ACUP y se ha presentado este lunes. La publicación también constata que el 80% de los titulados tienen empleo, aunque no detalla si está directamente relacionada con sus estudios.
Retener el talento
Otra de las problemáticas que se ha puesto encima de la mesa es la necesidad de retener el talento. El documento muestra una inserción laboral en el tejido productivo que deja mucho que desear y que prevén que empeore. Lo explican con la boca pequeña, pero el primer impacto de los recortes ha sido limitar muchas investigaciones.
El 90% del i D de Catalnya se hace al lado de las universidades, con el impacto económico que ello supone en sus delicadas cuentas. Ya sea en parques científicos, hospitales o en los propios campus. Un porcentaje que, de nuevo, constata que el binomio empresa-universidad es una de las asignaturas pendientes.
Los rectores y los presidentes de los consejos sociales de las ocho universidades públicas catalanas han prometido hacer un mea cupla y “establecer políticas para mejorar los aspectos negativos”, afirma Ramírez. Un ejercicio en el que la Generalitat y el Estado tienen mucho que decir. Y habrá prueba del algodón: la ACUP repetirá el estudio periódicamente.