DIA esconde la subida de la deuda con una nueva treta financiera
La cadena de supermercados española obliga a los franquiciados a endeudarse para la reforma de las tiendas sin que aparezca en sus balances
DIA ha recurrido a una nueva artimaña financiera para intentar disimular su deuda disparada. La cadena de supermercados española, inmersa en la peor crisis financiera de su historia, ha recurrido a su red de franquiciados para aumentar su pasivo sin que lo parezca.
DIA se encuentra en plena reforma de su red de tiendas en toda España. Quiere transformar la vieja cadena de supermercados, de descuentos agresivos y pobre oferta, en una marca moderna con mayor variedad y calidad de productos.
Y para ello necesita un desembolso millonario que debe ejecutar en su peor momento: caída de las sventa —y de beneficios— y la peor crisis bursátil de su historia con el precio de la acción en 66 céntimos cuando hace apenas tres años superaba los 7,6 euros.
A lomos de los franquiciados
Para evitar endeudarse más con la banca, la multinacional española ha exigido a sus franquiciados la firma de contratos de arrendamiento (leasing) para que paguen a plazos el nuevo equipamiento de los supermercados DIA & Go.
Se trata de nuevo mobiliario que incluye neveras, congeladores, estanterías, cajas, hornos, máquinas de zumos, expositores, además de la nueva imagen. Los franquiciados han tenido que firmar los arrendamientos en nombre de DIA. En caso de impago, ellos asumirán todas las consecuencias.
Sin embargo, DIA les ha prometido que les ingresará cada mes las cantidades que se pagan por el leasing y evitar así contabilizarlas como deuda. Pero hay dinero que se pierde por el camino.
“He firmado el crédito y tengo que pagar más de 3.000 euros mensuales. DIA me ingresa cada mes ese dinero, pero con un claro perjuicio para mis cuentas. Ese dinero que ingreso está sujeto a tributación, por lo que estoy perdiendo dinero con la operación”, explica un franquiciado que ha solicitado mantener su nombre en el anonimato por temor a represalias por parte de la cadena.
Un centenar de tiendas reformadas
Con este mecanismo, DIA puede tener acceso a los recursos necesarios para renovar sus tiendas sin asumir el riesgo de la operación, que queda en manos de su red de franquiciados.
En caso de quiebra o liquidación de la compañía, será el franquiciado el que deba asumir la responsabilidad de las deudas. Algunos responsables de tienda aseguran que, aunque en el contrato figuran como propietarios del mobiliario, la compañía les ha dejado claro que, en caso de rescisión, deberán dejar todo el equipamiento a DIA.
La cadena de franquicias mantiene una guerra judicial con la empresa después de centenares de establecimientos quebrados. Todas las sospechas apuntan a que DIA se financiaba con franquiciados y la merma en los ingresos precipitaron la caída de un esquema piramidal.
Este medio ha formulado varias preguntas acerca del esquema triangulado de financiación al que ha recurrido la cadena de supermercados. DIA no quiso explicar por qué motivo se financia a través de terceros ni tampoco quiso dar detalles de cómo refleja esta deuda en su contabilidad. “Son temas de carácter privado entre la compañía y los franquiciados, así que no podemos contestar”, explican desde la empresa.
DIA ha transformado un centenar de tiendas en España y Portugal con el nuevo esquema de DIA & Go. Buena parte de las operaciones han sido financiadas con Caixabank. Los planes de la compañía pasaban por que el grueso de la red dé el mismo paso. Era lo previsto, al menos, hasta que la nueva cúpula directiva, comandada por el magnate ruso Mihail Fridman, detectó irregularidades contables. Ahora ha ordenado investigar a fondo las cuentas y el resto de la conversión queda en el aire.