Dia defiende que la manipulación contable de Currás no es suficiente para compensar a los inversores
La cotizada asegura que el falseamiento de las cuentas de 2016 y 2017 no fue clave en el desplome del precio de la acción aunque esgrimiera este motivo en el procedimiento de despido de su antigua cúpula
Los supermercados Dia hacen equilibrios en los juzgados para no contradecirse en la acusación por manipulación contable contra la cúpula que lideraba Ricardo Currás. Si bien el falseamiento de los estados financieros de 2016 y 2017 fue suficiente para despedir a la dirección, no es lo bastante importante para que ahora los inversores puedan emprender acciones legales contra la cotizada, a su juicio. La empresa ya iba mal y la modificación tuvo un efecto anecdótico en la caída del precio de la acción, defiende.
El principal procedimiento abierto contra Currás y su equipo es el que instruye el magistrado Alejandro Abascal a raíz de una demanda de accionistas minoritarios que optó por recurrir a la vía penal para recuperar su dinero. Pero la firma hoy controlada por Mikhail Fridman también tiene un frente abierto por la vía civil en la Audiencia Provincial de Madrid por la demanda interpuesta por un inversor que reclama 110.605 euros.
Como ya explicó Economía Digital, el procedimiento escaló después de que el juzgado de primera instancia número 1 de Majadahonda desestimase las demandas del afectado al asegurar que en el momento de adquirir parte de sus acciones, entre diciembre de 2017 y agosto, el accionista ya “podía conocer que la situación de la demandada no era la mejor”.
Dia ya presentó sus argumentos a la Audiencia para intentar cerrar esta nueva carpeta. Estaba en una encrucijada: rebajar la importancia de la manipulación de cuentas sin contradecir la versión dada para cesar a Currás, Amando Sánchez Falcón, el número dos del exconsejero delegado Ricardo Currás; Antonio Coto, primer ejecutivo de Dia Latinoamérica y posteriormente consejero delegado; y Antonio Arnanz, exdirector financiero.
Sus salidas también acabaron en los tribunales, donde los supermercados calificaban los hechos de «muy graves y culpables. “Las irregularidades que le son imputables consisten en la alteración artificial de determinadas magnitudes contables para presentar unos estados financieros en 2017 que no reflejaban la imagen fiel de la empresa”, lamentaba entonces.
Ahora, Dia recula sobre sus pasos. Sí mantiene que la conducta supuso «un grave incumplimiento de sus deberes con la sociedad», pero asegura que no fue para tanto a nivel contable. Niega ahora que «tales errores e irregularidades que corrigió voluntariamente en su momento […] sean de una magnitud que comprometa la imagen fiel de la sociedad. Entonces la imagen fiel se vio en entredicho. Ahora ya no.
Dia se juega más de tres millones en el procedimiento penal
Según los mismos estados financieros, el procedimiento penal por administración desleal y falsedad contable podría costarle hasta 3,33 millones de euros a la compañía. Es la cifra máxima de indemnización para los afectados fijada por la fiscalía. El caso está en manos del juez Alejandro Abascal después de que la sala de lo penal pidiese que se encuentren indicios más sólidos contra Currás y su equipo
Impulsado por un grupo de accionistas minoritarios, el procedimiento se encuentra a la espera de que se designe un perito judicial para que valore las pruebas. En junio, el juzgado estimó expulsar de la causas a la asociación de franquiciados Asafras.
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En diciembre de 2019, la CNMV acordó abrir diligencias para un “expediente sancionador muy grave” tanto contra la empresa como su antigua cúpula: el exconsejero delegado Ricardo Currás y los exdirectivos Amando Sánchez Falcón, Luis Martínez Gallardo, Antonio Arnanz y Juan Cubillo por haber falseado contablemente los estados financieros de 2016 y 2017. El proceso está suspendido a la espera de que se pronuncia la Audiencia Nacional.