Dia culmina la reconversión de franquicias tras los líos judiciales
La cadena de supermercados finiquita la transformación de sus franquicias con el modelo 2020
El nuevo modelo de franquicias de los supermercados Dia ya se encuentra totalmente implementado en su red de asociados europeos. La empresa tenía como objetivo que a finales de 2021 estuviera prácticamente implementado en la totalidad de asociados y así fue. Tras muchas años de enfrentamiento con algunos franquiciados por el escaso margen de beneficio que les daba el anterior programa, aspiran a revertir la tendencia en el futuro.
Según la documentación remitida la semana pasada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía terminó el mes de diciembre con la práctica totalidad de las franquicias adheridas al nuevo programa de franquicias. La empresa logró culminar la transformación a lo largo del año, pues a principis de ejercicio contaba con el 65% de los socios españoles bajo el flamante plan. En el país vecino, el porcentaje subía hasta el 68%.
Dia explicó siempre que el modelo se limitaba a los mercados europeos. En Argentina se comenzó a implementar su propia iniciativa, mientras que en Brasil se ha preparado el lanzamiento de una oferta a medida.
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El programa 20 20, lanzado en el segundo semestre del pasado ejercicio ya avanzaba a velocidad de crucero a la llegada de 2021. Como ya explicó Economía Digital, el 31 de diciembre de 2020 el 64% de los franquiciados españoles (950) y el 67% de los portugueses (180) ya se habían cambiado al nuevo modelo. Al cierre del tercer trimestre, la ratio rondaba el 50% de los asociados en ambos mercados.
La opinión de los franquiciados de Dia
Nacido en la segunda mitad del año pasado. El modelo llegó para corregir el plan anterior, que fue duramente criticado por muchos franquiciados porque les dejaban sin margen de benenficios. Sin embargo, el nuevo modelo repite vicios del anterior. Dos franquiciados diferentes explican a Dia que trabajan con el nuevo sistema desde hace varios meses y que sufrieron problemas de liquidez.
El principal cambio introducido –el franquiciado paga un porcentaje de las ventas y no la mercancía que recibe— no sirvió para que muchos asociados llegasen ni siquiera a ganar dinero a las pocas semanas de su introducción.
A pesar de la nueva manera de afrontar los pagos, la compañía sigue sin abonar la totalidad de las ofertas y los cupones que pone a disposición de los clientes. Aunque la cotizada ha reducido su agresividad comercial, buena parte del margen es soportado por los franquiciados, que deben vender algunos artículos a pérdidas con la confianza de recuperarlo a través de otros productos.
Además, los franquiciados también deben sufragar, a parte del pago de la mercancía, los salarios de sus trabajadores, la luz y demás gastos operativos en una cuenta a parte. Entre los costes fijos y el golpe que suponen las promociones se forma un agujero que ya arrastra a varios franquiciados a quedarse sin efectivo.