Dia salva el año de la inflación con el cierre de tiendas
La distribuidora mejora su rentabilidad tras deshacerse de 250 tiendas, más allá del traspaso a Alcampo y la venta de Clarel
La inflación ha puesto a los supermercados y a las tiendas de alimentación en el ojo del huracán. En medio del debate político generado por los ataques de Podemos al empresariado y en un mercado que trabaja con bajos márgenes, se encuentra el grupo Dia. Si Ione Belarra acusó al sector de “estar haciéndose de oro a costa de la crisis económica”, la única cadena de supermercados que cotiza en bolsa quedaría totalmente alejada de esta afirmación, por el mero hecho que lleva años en pérdidas.
Sin embargo, el plan estratégico de Dia basado en el cierre de tiendas y la apuesta por la proximidad le ha permitido establecer la senda hacia la rentabilidad, impulsando sus cuentas en el año de la subida de costes y de la inflación. En este sentido, ha conseguido mejorar su margen de ebitda ajustado, el indicador que mide el resultado de explotación, mientras que su margen de beneficio bruto baja por “un aumento de costes no repercutidos al cliente”, según el informe de resultados anules reportado a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV).
En un entorno inflacionista en todos sus mercados, la cadena dirigida por Martín Tolcachir cerró el año con unas ventas de 7.286 millones de euros, un 9,6% más en términos comparables, mientras que el margen de ebitda ajustado alcanzó el 2,8%, frente al 1,9% con el que cerró el año anterior. La compañía atribuye esta subida de 0,9 puntos a su cambio de tendencia, que pasa por cerrar las tiendas de mayor superficie por su efecto negativo en los márgenes, y a la distribución alimentaria de proximidad. En 2022, cerró 205 tiendas, sin contar los más de 1.000 supermercados Clarel vendidos al famliy office C2 Private Capital y los 230 traspasadas a Alcampo.
En términos absolutos, este indicador ha llegado a los 200 millones, un 61% más que en 2021. Sin embargo, no ha sido suficiente para lograr un beneficio neto positivo: la empresa sigue perdiendo 124 millones, un 52% menos que en el año anterior. Aunque Dia no se pone un calendario, espera conseguir números verdes “lo antes posible”, dado que todo su plan está dirigido a este fin, según ha expuesto el CFO de la empresa, Jesús Soto, durante la presentación de los resultados.
España es el país donde el cambio de modelo de la empresa está más implementado. La compañía con sede en Las Rozas aumentó las ventas un 5% en la nación y alcanzó un ebitda ajustado de 148 millones de euros, 55 millones más que en 2021, logrando un margen del 3,3% sobre ventas, frente al 2,2% del 2021. Esto se debe al cierre de tiendas no rentables, además de a una “gestión de los costes” que permitió “absorber la fuerte presión inflacionaria” con crecimientos particularmente elevados en los costes de energía (20 millones de euros más que en 2021) y de gasoil (17 millones de euros más que en 2021).
141 tiendas menos en España
La empresa dirigida en España por Ricardo Álvarez cerró en el país 141 tiendas en 2022, el último ejercicio donde se prevén las clausuras masivas, y reformó unos 809 supermercados. Además, se celebraron 23 aperturas, las primeras inauguraciones desde 2015. Con estas aperturas y remodelaciones, el 88% de la red de proximidad de Dia ya ha sido transformada, mientras que espera finalizar la totalidad de la red este 2023.
Tras su país natal, Argentina es el segundo mercado que con mayor despliegue del nuevo modelo de supermercado, también con resultados positivos. Las nuevas aperturas impulsaron las ventas hasta un 31%, que en términos comparable se quedan en una modesta subida del 2%. Hay que tener en cuenta el efecto positivo del cambio de divisas, que beneficia al grupo. Ante este crecimiento, el ebitda ajustado alcanzó los 52 millones de euros, con un margen de 3,8%, casi un punto porcentual más que en el año anterior.
En la nación sudamericana, Dia cerró 19 tiendas en 2022, mientras que reformo 255 y lideró las aperturas con 101 supermercados. Según la cadena, los locales renovados tuvieron un resultado en unidades un 17,7% más favorable que los establecimientos tradicionales.
Si hay otros indicios que prueban los resultados de la apuesta de la compañía por la proximidad, son las cifras más modestas de Portugal y Brasil, donde la transformación del negocio no está tan avanzada. Las ventas en el país luso crecieron un 0,5% y un 3,7% en términos comparables. Dia atribuye este menor incremento a la fuerte competencia y a la inflación vivida en el país, que ha puesto presión en los márgenes.
De hecho, Portugal es el único mercado donde el grupo pierde rentabilidad: el ebitda ajustado cerró el 2022 en 10 millones de euros, 2 millones menos que en 2021, con una caída de 0,2 puntos porcentuales en el margen sobre las ventas. Aparte de la inflación, el país vecino sigue arrestando tiendas deficitarias: el año pasado solo se cerraron 36 supermercados, pero no hubo ninguna apertura ni reforma.
El negocio en Brasil parece mejorar, pero sigue lejos de lucir datos como los españoles o los argentinos. Las ventas aumentaron en un 7,4%, aunque se debe en gran medida a la inflación brasileña, así como a la “competitividad de precio mantenida a pesar de la presión inflacionista”. El ebitda ajustado ha mejorado en 2 millones de euros y también mejora en términos de margen (0,3 puntos más que en 2021). Sin embargo, continúa marcando cifras negativas, con pérdidas de 9 millones en términos absolutos. En Brasil, se cerraron 129 tiendas y se renovaron 6, pero no hubo inauguraciones.