Delphi cambia Barcelona por Rumanía
Los sindicatos intentarán evitar el cierre de la fábrica de Sant Cugat, que consideran "una deslocalización en toda regla"
Las grandes fábricas de coches catalanas viven un buen momento, con incrementos de producción en Seat y Nissan, pero la industria de componentes sigue perdiendo efectivos. El último caso es el de Delphi, multinacional que ha dejado morir por inanición su fábrica de Sant Cugat hasta que ha anunciado el cese de su actividad. La producción se llevará a Rumanía.
La dirección de la compañía ha comunicado este jueves al comité de empresa de la planta de Sant Cugat, donde trabajan 540 personas, que dejará de fabricar antes de que finalice este año, lo que supondrá el cierre de la planta si no se encuentra una solución industrial. Es decir, si ninguna otra compañía compra la unidad productiva.
La fábrica ha ido perdiendo trabajo en los últimos años y ha reducido su plantilla a la mitad. En 2013 hizo un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectó a 126 personas y en 2014, la compañía decidió no asignar nuevos productos a Sant Cugat, según fuentes de CCOO.
Alternativas
La falta de nuevas asignaciones puso en alerta al comité de empresa, que empezó a trabajar junto con la dirección para buscar un inversor que se quedara con la planta. Aunque por ahora no lo han conseguido, los trabajadores no tiran la toalla y van a continuar buscando una solución.
No obstante, van a movilizarse para intentar parar la marcha de Delphi. CCOO y la UGT no están de acuerdo con las causas económicas y productivas con las que la multinacional ha justificado el traslado, que consideran «una deslocalización en toda regla», ya que «trasladan la producción de Sant Cugat a Rumanía», han explicado desde CCOO.
En retirada
La planta catalana fabrica bombas de inyección y su principal cliente es Daimler, con lo que exportan la práctica totalidad de su producción. Sólo se queda en España parte de lo que fabrican para Renault.
En los últimos 15 años, Delphi ha ido reduciendo paulatinamente su presencia en España, pasando de siete a cuatro fábricas. Con el cierre de Sant Cugat, terminará el año con sólo tres plantas en el país.
El Govern da por perdido a Delphi
Mientras los sindicatos intentan frenar la marcha de Delphi, el Govern da casi por perdida a la fábrica y luchará para que se mantenga algún tipo de actividad en la zona.
La Generalitat ha manifestado que trabajará para que «la medida que se termine ejecutando afecte lo menos posible tanto a las personas afectadas como a la economía del territorio». El Govern ha pedido reunirse con la empresa para explorar alternativas y buscar opciones de reindustrialización de la zona.