Deloitte evitó que más filiales de Pescanova entrasen en concurso

La administradora concursal negoció con más de 30 entidades bancarias la situación de sociedades españolas y extranjeras

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Desde que la crisis de Pescanova emergió en febrero hasta cinco filiales de la multinacional han iniciado procesos concursales. Sin embargo, según revela el informe concursal de la pesquera, podrían haber sido más si no fuera por la intervención de Deloitte, que negoció con entidades acreedoras para evitar esta situación tanto en el caso de sociedades nacionales como extranjeras.

En la actualidad, Pescanova tiene cinco filiales en situación concursal. En mayo se dictó la sentencia de quiebra de Pesca Chile, mientras que Pescanova Brasil solicitó el procedemento de recuperaçao en el país carioca.

La filial argentina, Argenova, presentó concurso preventivo el 4 de junio, mientras que ese mismo mes solicitaron entrar en concurso de acreedores Acuinova y Pescafina.

Intervención en la tesorería

No obstante, en la ingente red de filiales de la compañía gallega había muchas más que presentaban una situación crítica. “Fue necesario intervenir en la administración, gestión y financiación de dichas filiales con el fin de controlar y optimizar el funcionamiento operativo del grupo en su conjunto”, explica en el informe el actual administrador concursal de la multinacional.

Desde que tomó las riendas de Pescanova a petición de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Deloitte analizó la situación de las 151 filiales de Pescanova para detectar “potenciales situaciones concursales”, según explica en su informe. Entre otras actuaciones, se revocaron los poderes existentes en las filiales y se pasó a controlar la tesorería de las mismas.

Negociaciones con 30 entidades

Pero además, Deloitte se vio obligada a negociar con la banca acreedora la situación de muchas de las empresas dependientes de Pescanova. “Se ha llevado a cabo la negociación en nombre de numerosas filiales tanto nacionales como extranjeras de compromisos de no inicio y suspensión de acciones (stand-still) con más de 30 entidades financieras”, explica la administradora.

“A través de estos compromisos se busca, entre otras ventajas, suspender temporalmente el devengo de los créditos que estas entidades financieras ostentaban frente a las filiales y evitar que aquellas solicitasen, en su caso, la declaración del concurso necesario de las mismas”, explica.

Ejemplos en Ecuador y Portugal

Uno de los ejemplos de estas negociaciones es el caso de Promarisco (Ecuador). Deloitte negoció con las entidades acreedoras locales para conseguir una carencia de pago de principal e intereses de seis meses. La deuda total de la filial supera los 60 millones de euros.

En el caso de Acuinova Actividades Piscícolas SA, en Portugal, Deloitte también negoció con la banca nuevos créditos, a pesar de que en 2007 se había firmado ya un proyecto de financiación para la construcción de una planta de engorde de rodaballo, la de Mira. La administración concursal consiguió cerrar un acuerdo “en virtud del cual los bancos se comprometieron a no exigir a la filial las cantidades debidas durante un periodo de dos años, todo ello a efectos de poder llevar a cabo la finalización y plena operatividad de la referida planta”.

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