Deliveroo reconoce que clasifica a sus repartidores a lo Black Mirror
La empresa de reparto a domicilio Deliveroo explica en sede judicial que pone nota a sus repartidores, a los que no reconoce como trabajadores
La empresa de reparto a domicilio Deliveroo arrastra su conflicto laboral con los repartidores a Barcelona. La compañía afrontó esta semana un juicio por el despido del trabajador que ejerció de portavoz de los repartidores (riders en jerga de la plataforma) que reclamaban una mejora de sus condiciones. Este frente judicial se añade a los dictámenes de la Inspección de Trabajo que cuestionan su modelo de negocio.
En el juicio, celebrado el pasado miércoles en la Ciudad de la Justicia, el responsable de personal de Deliveroo reconoció que la plataforma emplea una «métrica propia de valoración de cada rider» a través de la cual asigna más pedidos a los repartidores mejor posicionados, según explica a Economía Digital Oriol Alfambra, el ciclomensajero despedido que denunció a la empresa.
Esta clasificación interna, al estilo del capítulo Caída en picado de la serie distópica Black Mirror donde cada ciudadano recibe una puntuación por sus acciones, en el caso de Deliveroo condiciona la carga de trabajo que recibe cada repartidor. «Se crea un ranking y si rechazas pedidos, pierdes posiciones», explica el rider, que reclama la readmisión y que la empresa reconozca a sus repartidores como asalariados.
Autónomos sin seguro de accidentes
Los ciclomensajeros que reparten comida a domicilio para Deliveroo son trabajadores autónomos que cobran una tarifa por cada pedido entregado, pero no perciben ingresos por las horas trabajadas. La empresa no ofrece seguro de accidentes a los repartidores, que deben emplear su propia bicicleta o moto y hacerse cargo de cualquier reparación.
La Inspección de Trabajo ve acreditado que Deliveroo «esconde una relación laboral» con sus repartidores
La Inspección de Trabajo resolvió en diciembre que Deliveroo «esconde una relación laboral» en su relación con sus repartidores, en una resolución recurrida a los tribunales por la empresa. El repartidor despedido aportó al juez múltiples pruebas de esta relación laboral: la asistencia a las zonas de reparto -equivalentes a un centro de trabajo-, la asignación de los horarios de reparto por parte de la empresa o el poder sancionador de Deliveroo en función de la clasificación interna de los riders.
Junto a Alfambra, otros 16 repartidores barceloneses de Deliveroo despedidos han denunciado a la empresa, por entender que se vulneró su derecho a la libertad sindical. Los riders a los que la empresa rescindió la colaboración forman parte de un grupo de 130 repartidores que en abril de 2017 enviaron un burofax a la empresa con peticiones sobre sus condiciones laborales. Una parte creó luego una sección de Intersindical a la que la compañía no reconoció porque no reconoce a sus riders como trabajadores
Cooperativa de repartidores sin precariedad
Ante la cerrazón de Deliveroo frente a sus peticiones, el colectivo Riders x Derechos, impulsor de las protestas de los repartidores tanto de esta aplicación como de otras como Glovo y Just Eat, impulsa una cooperativa que ofrezca un servicio alternativo con trabajadores asalariados. Para financiar el proyecto, apodado Mensakas, los riders recaudan fondos por micromecenazgo. El objetivo, explican, es lograr una aplicación de comida a domicilio responsable.